A escasos siete kilómetros del casco urbano lojeño, en un entorno tranquilo rodeado de naturaleza y en la falda de la Sierra de Loja se asienta Venta del Rayo. Se trata de un lugar privilegiado para sus casi 350 vecinos, que presumen de pueblo y de todas las bondades que posee. Su origen, como ocurre con otras pedanías, se encuentra en una antigua venta donde la gente paraba a descansar y dar de beber a los animales en su camino hacia Málaga por el boquete de Zafarraya.
Hoy en día es una localidad pujante, llena de atractivos, que reivindica su presencia como pueblo destacado de Loja. Como peculiaridad, está formada por cinco núcleos poblacionales, además del propio Venta del Rayo. La Atajea, las Aleznas, Los Alacranes, Los Alazores y el Pecho de la Mata dan forma a la pedanía.
Durante el ‘boom del ladrillo’, la cantera de la zona, propiedad de Hermanos Guerrero, era una fuente de empleo muy importante para la pedanía, según relata Agustina Lechado, su alcaldesa pedánea. En la actualidad, su economía se basa en la agricultura –sobre todo el almendro y el olivar- y la ganadería. En Venta del Rayo se encuentra el Cortijo de las Mozas, una enorme finca de olivar, con explotaciones ganaderas, coto de caza y de setas, el primero que se creó en el país en los años 90. Otro de los sectores pujantes que dan mucho empleo en la zona es la ganadería ovina. Por toda la Sierra de Loja hay repartidas un buen número de explotaciones en extensivo de la raza ovina lojeña.
El cordero ecológico lojeño se cría en el territorio y se cocina de forma exquisita en Venta de San Rafael, todo un referente gastronómico del lugar. Los fines de semana es bastante habitual que el negocio que regenta Manuel Jiménez junto a su mujer Rosario Pérez esté lleno de comensales deseosos de disfrutar de sus exquisiteces culinarias. Sus especialidades, según explica Jiménez, son cordero y choto de la tierra, carnes a la brasa y asado al horno. El negocio fue traspasado hace unos tres años y medio por parte de Rafael Matas, su anterior propietario, quien estuvo al frente del mismo unos 40 años.
Cada año, Venta del Rayo es la anfitriona de dos importantes eventos que congregan a centenares de personas. Por un lado, el 1 de mayo la Romería de la Amistad se celebra en una amplia explanada de la pedanía junto al residencial Alcantar. En septiembre, más de 200 pilotos, junto a numerosos visitantes, se dan cita en la zona para disfrutar de la Concentración de Vuelo Libre de Loja, que tiene como punto de aterrizaje la misma superficie.
“Nos sentimos orgullosos de ser los anfitriones de estos eventos, que dan vida al pueblo, pero echamos en falta que se reconozca que se desarrollan en Venta del Rayo”, comenta la alcaldesa pedánea, quien también pide que se presten los servicios necesarios para poder celebrarlos en las mejores condiciones.
El mayor momento de fraternidad entre los venteños se pone de relieve en sus fiestas populares, que se celebran cada 16 de julio en honor a la patrona la Virgen del Carmen. Las del año pasado supusieron un punto de inflexión. Estuvieron a punto de no celebrarse, pero gracias a la reactivación de la asociación de vecinos ‘Puente Barrancón’ finalmente salieron adelante. La asociación se refunda con el objetivo de aunar esfuerzos para conseguir las reivindicaciones de los vecinos, además de fomentar lazos de unión, explica Ginesa Peláez, su presidenta.
La entidad también se configura como un elemento de apoyo de la alcaldía pedánea. Juntos hacen más fuerza a la hora de trasladar sus peticiones al ayuntamiento lojeño. Muchas de ellas se refieren a servicios básicos. “Llevamos años reclamando agua potable para El Pecho de la Mata, que el alumbrado público llegue a Las Aleznas o que se instalen marquesinas para que no se espere el autobús al aire libre”, explica Modesto Pérez, secretario de la asociación, quien reivindica además un consultorio médico, que se asfalten los caminos de los distintos núcleos rurales y la construcción de un nuevo colegio.
La pedanía se ha rejuvenecido en los últimos años gracias a la construcción en la zona del residencial de viviendas protegidas Alcantar. La asociación reclama nuevos equipamientos, servicios y mejoras que cubran las necesidades de este aumento de población que ha experimentado la pedanía.
La asociación ‘Puente Barrancón’ es muy participativa. Prácticamente cada mes propone una actividad diferente de la que disfrutan los vecinos. Comenzó el pasado noviembre recuperando la tradicional ‘Fiesta del Melón’ en ‘Halloween’, a lo que siguió la organización de un cotillón en Nochevieja, una cabalgata propia de Reyes Magos y un carnaval muy concurrido. Desde hace unas semanas vienen organizando rutas de senderismo por el entorno natural de la pedanía, que cuenta con mucha demanda entre los vecinos.
Venta del Rayo puede presumir de tener tres puentes para el ferrocarril de tres siglos diferentes. Por un lado, el conocido como puente ‘Barrancón’, construido en el siglo XIX por la escuela de Eiffel. En paralelo se alzan sobre el arroyo Salado otro puente del siglo XX, por donde hasta hace un año pasaban los trenes convencionales, y otro construido hace poco más de un año, para el futuro AVE hacia Granada.
El agua es uno de los principales recursos naturales de la zona. Según los expertos, la que brota del nacimiento de la Atajea “es la mejor de toda Loja, al tener muy pocas impurezas”, presume Modesto Pérez. A escasos metros se encuentra el nacimiento de “La Higuerilla”. El agua de estos dos manantiales se mezcla con el caudal del río Salado, que se hace “dulce” hasta su desembocadura en el río Frío. Además, en territorio de Venta del Rayo nace uno de los ríos de Málaga por excelencia, el Guadalhorce.