Un seis de mayo de hace 30 años abría por primera vez sus puertas el bar Castillo, colindante con el CIC El Pósito, en la plaza de Joaquín Costa. El viernes pasado, al cumplirse el trigésimo aniversario de su puesta en marcha, los hermanos Agustín y Juan López Castillo, propietarios del establecimiento, quisieron agradecer al pueblo de Loja la acogida que les han dispensado durante todos estos años. Con tal motivo hicieron una fiesta a la que asistieron familiares, amigos y clientes justo en la puerta de su negocio, en pleno casco histórico de la ciudad, invitando a los asistentes a una buena degustación de productos desde el mediodía hasta las últimas horas de la tarde.
Desde su llegada a Loja, procedentes del municipio de Iznajar, ambos hermanos se han sentido como en su propia casa, y de hecho ya se consideran unos lojeños más, estando plenamente integrados en la vida social y económica de la ciudad.
Entre los invitados se encontraban varios miembros del equipo de Gobierno municipal, entre ellos el alcalde, Joaquín Camacho, la concejal de Turismo y Desarrollo, Paloma Gallego, y el edil de Urbanismo, Joaquín Ordoñez.
El regidor les felicitó por la efemérides y les agradeció su compromiso en el pueblo de Loja, al tiempo que se refería al centro histórico como una zona que “siempre tendrá el apoyo del Ayuntamiento”.
Por su parte, Agustín López, que incluso había invitado a los vecinos a través de la radio municipal, dijo sentirse muy emocionado por el carácter entrañable de la fiesta y reafirmó la intención de ambos empresarios de continuar apostando por el desarrollo de Loja, a través de su negocio.