Los pastores de Loja jamás se hubieran imaginado que su cordero se convertiría en un producto gurmé de la cocina californiana, ni que los mejores restaurantes estadounidenses cocinarían la oveja rabúa, una especie autóctona en peligro de extinción que se ha empezado a recuperar.
El cordero lojeño, del que viven unas 50 familias de la comarca, es el protagonista de las jornadas sobre Cocina californiana que Granada acoge hasta el próximo domingo. La cita culinaria “Saborea Granada” se celebra en el restaurante Casa San Miguel en el recinto de la Alhambra de Granada.
El director del restaurante, Jorge Matas, ha explicado a Efe que las jornadas son un intercambio culinario entre Granada y California.
Para ello, durante todo el fin de semana, varios chefs de reconocidos restaurantes estadounidenses cocinarán sus mejores recetas a partir de productos granadinos; el espárrago verde morado de Huétor Tájar con denominación de origen y el cordero lojeño, que se ofrecerá en infinitas combinaciones.
Desde embutidos y jamones a productos de V gama pasando por la tradicional pierna de cordero aderezada con salsas picantes a partir de tomate, cítricos y frutas, al más puro estilo americano.
“La carne del cordero lojeño es mucho más jugosa que la que se consume en California”, explica el chef estadounidense Tim Wood, para quien este producto ha sido todo un descubrimiento.
Uno de los mejores embajadores del cordero lojeño es el director financiero de Google en Estados Unidos, Jessy Haro, que también participa en el encuentro gastronómico.
Para los criadores del cordero lojeño las jornadas son una oportunidad única para introducir su producto en la carta de los mejores complejos turísticos de Estados Unidos.
Durante este fin de semana, los comensales degustarán los primeros embutidos y jamones de cordero ecológico. Su administrador, Fayçal M’rad Dali, ha explicado que son productos gurmé obtenidos en el único secadero natural “halaf” del mundo.
“La venta está asegurada en tiendas delicatesen”, indica el presidente de los criadores de la Raza ovina lojeña, Juan Antonio Moreno, quien junto al resto de ganaderos han creado una pequeña cooperativa para dar salida al cordero lojeño, muy demandado en el mundo árabe y en países como Libia, Francia y ahora Estados Unidos.
Y mientras americanos y árabes degustan estos manjares, los pastores de la sierra siguen cuidando “en silencio” sus corderos, fuente de ingresos y, en breve, atractivo turístico de la zona.
Y es que los ganaderos se plantean ofrecer paquetes turísticos para dar a conocer la cultura ovina lojeña.
Además de explicar a los visitantes el oficio del pastoreo, los ganaderos mostrarán el ordeño de la oveja rabúa, la elaboración artesanal de queso y otros derivados y alguna de las muchas chozas que sirven de refugio a los pastores de la sierra.
