Grupo Abades cerró 2014 con una facturación de 75 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 11% respecto al ejercicio anterior. La apuesta por el segmento del catering y la consolidación del área de restauración han sido las claves. Con un ajuste de gastos generales, al margen de la plantilla, ha logrado colocar su beneficio bruto de explotación, calculado antes de impuestos y gastos financieros, por encima de la barrera de los seis millones, con 6,2 millones, un 43% más.
El camino no ha sido fácil. «2013 fue un año especialmente convulso, en el que la crisis tuvo sus efectos más agudos», explica a EXPANSIÓN Julián Martín, director general, quien reconoce que les sirvió para «madurar algunas estrategias ante otros hechos extraordinarios que puedan ocurrir en el futuro».
Mejora generalizada
Tras ese año complicado, 2014 ha sido un balón de oxígeno con crecimientos en ventas, beneficio y plantilla (con un alza del 13% hasta 860 trabajadores), así como un ahorro de gastos generales. Esas cifras, junto a la refinanciación de parte de los 22 millones de euros de deuda financiera (casi la mitad son avales bancarios), les permite afrontar los próximos años con mayor optimismo. Un optimismo marcado también por un «repunte del consumo» en los últimos meses, que se va a reflejar en el capítulo de inversiones, el cual se ralentizó en el último año.
De hecho, sobre el papel Abades tenía previsto desembolsar 5,3 millones entre 2013 y 2014 en la rama de áreas de servicio pero, hasta la fecha, ha cubierto el 20%. Las instalaciones ubicadas en el municipio gaditano de Alcalá de los Gazules –sólo pendientes de la luz verde medioambiental– y de Lorca (Murcia) estarán plenamente operativas a lo largo de 2015. Mientras tanto, la de La Roda de Andalucía concluirá en el primer semestre, según confirma Martín. Sus planes de expansión también se centraban en los complejos hoteleros. El equipo directivo aún mantiene las negociaciones para incorporar dos nuevos establecimientos en Madrid y Córdoba.
«En la provincia andaluza hablamos de un centro importantísimo, pero no se pudo hacer por temas bancarios», explica. A día de hoy, cuenta con cinco negocios en esta rama, a los que con toda probabilidad se unirán estos dos. Ese menor ritmo de la actividad inversora en los complejos de carretera contrasta con el impulso a su segmento de restauración, que aglutina la mitad de los ingresos. «Estamos apostando fuertemente por Abades Catering y tenemos el objetivo de que sea una de las principales líneas de negocio en los próximos años»