Loja recuperó parte de su vida habitual gracias a la reapertura de los negocios en el día de ayer. Aunque en horario reducido, los comercios y la hostelería del municipio reiniciaron su actividad después de tres semanas de cierre forzoso para bajar la incidencia de la pandemia en la provincia. Es la segunda vez, desde primavera, que el sector se ve afectado de esta forma por la crisis de la COVID-19.
No era un día cualquiera. Comerciantes y hosteleros se levantaron bien temprano para al fin volver a abrir sus persianas. Como si del primer día de colegio se tratara se saludaban con emoción a los compañeros y se comenzaban con la máxima ilusión y esperanza en un tiempo mejor. Atrás quedan unos días duros en el que veían como sus establecimientos sumaban pérdidas ante el paso por sus puertas de vecinos y clientes.
La jornada transcurrió con normalidad aventurando la vuelta a otra normalidad el olor a café que recuperaba su espacio en la calle. Los bares y cafeterías fueron los más madrugadores. Todo el mundo destacaba que como un desayuno en la calle no podía ser en casa. Recuperar las primeras conversaciones de la mañana también se echaba en falta.
A partir de las 10 de la mañana comenzaron a levantarse las primeras persianas de tiendas de ropa, librerías, ferreterías, fruterías, etc. El centro comercial abierto de Loja se llenaba de vida con el paseo de viandantes que aprovechaban para recuperar el pulso de su comercio. Era el momento de encuentros entre comerciantes vecinos. Saludos con miradas complacientes en espera de una etapa mejor.
Las fechas navideñas son la principal baza de recuperación de este sector seriamente dañado por esta crisis. Todos esperan sacar adelante sus negocios sobre después de la inversión en género que ahora deben de intentar sacar a la calle. En general, coinciden en que al menos esta situación ha hecho que los lojeños aprecien más el comercio más cercano y esperan que la ciudadanía sea consciente en que apoyarlos es apoyar el desarrollo de su municipio.
El presidente de la Asociación Lojeña de Comercio e Industria, Antonio Campos, aseguró que esta siendo un año con muchas dificultades para el sector y comprende que la apertura de hoy permite recuperar la ilusión. Campos asegura que el emprendedor no quiere ayudas, que son necesarias, sino poder trabajar y avanzar y en estas circunstancias de cierre se ha pasado muy mal. En cuanto al futuro espera que sea fructífero en la época navideña y cree que los lojeños apoyarán a los suyos.
