Los afamados Roscos de Loja cuentan ya con una figura de protección. El dulce por excelencia de la gastronomía local acaba de conseguir el registro de su marca, lo que conlleva que sólo pueda ser elaborado en Loja y por los obradores tradicionales que llevan produciéndolo hasta hoy.
De esta forma, Repostería Lojeña, pastelería Santa Teresa, obrador Bonachera, Grupo Abades, obrador Malagón y el de Viuda de Manuel Muñoz son los únicos establecimientos autorizados a elaborar el dulce típico de Loja de acuerdo a su tradicional receta, ingredientes y forma de elaboración.
El objetivo de esta marca colectiva es que Loja “siga teniendo la exclusividad de su rosco”, según puntualizó la concejal de Turismo, Paloma Gallego.
Tras un duro trabajo de varios años, el consistorio, la Asociación Lojeña de Comercio (ALCI) y los obradores locales se han puesto de acuerdo para dar este paso en la protección del dulce típico lojeño. La marca será compartida por la organización empresarial y el Ayuntamiento de Loja, que ha pagado unos 3.000 euros por el registro.
Esta marca colectiva, según explicó Ángel Sánchez, representante de la empresa que ha llevado a cabo el registro, implica una “minidenominación de origen, por la que los confiteros de la cuidad pueden usar el logotipo creado para tal fin y un reglamento de uso que deberán acatar”. Para Sánchez es un “orgullo” haber culminado este procedimiento administrativo.
En la presentación del registro de la marca Roscos de Loja se dieron cita representantes de varios obradores de la ciudad. Antonio Maldonado, gerente de la confitería Santa Teresa, expresó su orgullo por haber conseguido esta patente “que impedirá que el Rosco de Loja, algo tan nuestro, sea copiado”.
Loli Rodríguez, propietaria del obrador Bonachera, agradeció la persistencia del Ayuntamiento en este trámite y afirmó que “Loja ha ganado un patrimonio gastronómico muy importante”.
En similares términos se pronunció Víctor Sola, gerente de Repostería Lojeña, quien alabó el esfuerzo de las partes implicadas por unirse para dar “este paso de gigante que contribuye a la dignificación del Rosco como uno de los productos estrella y de más categoría del municipio”.
El presidente de la ALCI, Antonio Campos, agradeció la “implicación” de los obradores lojeños y el “paso al frente” del Ayuntamiento con el que se ha conseguido el “impulso definitivo” para este registro. “El Rosco es patrimonio de todos, a nivel gastronómico y cultural, y debe sacar lo mejor para la sociedad lojeña”, afirmó Campos.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, subrayó que la marca protegerá al rosco “de las competencias desleales y otras amenazas que están a la orden del día en el mercado actual”. Como retos de futuro, animó a los obradores a consensuar un reglamento de uso y estrategias conjuntas de promoción del producto.