El Mercado de Abastos ya está rodeado de vallas y se observa el levantamiento de adoquines en calles aledañas. Dentro de él ya no hay atisbo de la vida que albergó y todo queda en una pausa de al menos seis meses a la espera de una nueva oportunidad de resurgimiento. Mientras tanto, los tres puestos que albergaba se han tenido que reubicar, al igual que los medios de comunicación municipales y que la biblioteca, ésta última esperando aún su nuevo espacio.
Tras tres semanas de parón, las carnicerías de Loli Rodríguez y Rafael Funes y la pescadería de Ana Martín, vuelven a ponerse en funcionamiento. Lo hacen en su nuevo local, ubicado en la calle Granada número 2, debajo de la plaza de la Victoria. No han abandonado del todo el centro histórico y además consiguen un lugar de mucho trasiego de público. El local reza el letrero de ‘Mercado de Abastos’, guiño a un modelo comercial y lugar al que se quiere retornar con nuevos aires.
Tras momentos de incertidumbres, todos los cambios nos despiertan esos sentimientos, los comerciantes recuperan su sonrisa satisfecho de cómo el Ayuntamiento de Loja ha acondicionado el espacio. Han visto casi duplicados el espacio de sus puestos, ganan en luminosidad y consiguen un local accesible. Reconocen que la espera ha merecido la pena y desean que los lojeños apuesten por sus productos.
La pescadería es atendida por las hermanas Ana y María Martín. Ana destaca con una gran sonrisa que había muchas ganas de trabajar. “Me ha gustado mucho porque hay mucha claridad ya que en la plaza me veía muy hundida”, ha comentado Ana que reconoce que ha sido un mes de parón que se ha vivido con nervios. “Un mes sin cobrar se nota y sobre todo para la jefa, que es mi hermana, que tiene que pagar muchas cosas”, reconoce haciendo un guiño a María que no esconde que el cambio le ha supuesto un esfuerzo importante. A pesar de ello admite que el local ha quedado “muy bonito y con mucha claridad”. También destaca que es un paso de mucha gente y que incluso en el día de la apertura ya han contado con personas que nunca habían comprado en la plaza.
Rafael Funes junto a su mujer Yolanda Ruiz son unos referentes de la Plaza de Abastos tras muchos años de trabajo en su carnicería. Funes se muestra “muy contento” de una nueva apertura que reconoce como “fabulosa”. No esconde que ha llevado “regular” la espera, pero entiende que la recompensa la tienen delante de sus ojos con un local que cree ha quedado mejor de lo que se esperaba. “No podemos quejarnos, estamos muy contentos”, afirma Funes que creía que habría más dificultades con los frigoríficos y neveras por ser ya más antiguos. También agradece que el puesto sea más amplio y luminoso.
Desde las 7 de la mañana que abrieron sus puertas no se dejó de ver clientes que se acercaban a ver cómo había quedado la nueva ubicación y aprovechar para llevarse los productos más frescos y de calidad. Una de esas clientas es Elisa Sánchez, vecina del Barrio Alto, que defiende la importancia de los mercados de abastos para las ciudades. Tampoco duda en pedir apoyo para unos comerciantes que ofrecen los mejores productos. “Ha quedado muy curioso, muy limpio y muy a la mano”, afirma la clienta.
También convencida de comprar en el comercio de cercanía se siente Emilia Gómez que está muy contenta con la nueva ubicación de estos puestos que le pilla más cerca de su casa. La vecina defiende que se compre en el mercado frente a las grandes superficies y reconoce los productos de calidad y la cercanía que se ofrece. “Hay que apostar por lo de toda la vida porque los otros tienen ya muchos dineros”, comenta con una sonrisa.
Antonio Campaña, anterior concejal de Desarrollo, ha sido uno de los ediles responsables de este traslado, junto con las Concejalías de Obras y Servicios y de Comercio. El concejal se muestra satisfecho de un traslado que se ha hecho en unas cuatro semanas pero que ha contado con muchas gestiones para llegar a puerto. Campaña insiste en que en todo momento se ha ido de la mano de los comerciantes para la creación de los puestos. “Ha sido una obra que nos ha quitado el sueño ya que se juega con el comer de la gente”, ha admitido el edil que cree que la obra ha quedado “inmejorable”.
También cree que se era consciente que la inversión de cerca de 100.000 euros va a repercutir en ellos. Entre las mejoras reconoce que ha habido que poner instalación de renovación de aires y otras acciones con las que no se contaba en un principio. “Todo sea para que ellos no pierdan el contacto con sus clientes y hemos optimizado lo que hemos podido ese presupuesto”, admite Campaña.
En cuanto a las críticas de la oposición por la tardanza en la apertura de los nuevos puestos, Campaña pide que no se hable sin conocer el proyecto. “No han preguntado por nada de la obra y no saben la problemática de traslado e instalación de las neveras”, ha explicado el edil que cree que “es muy fácil sin tener conocimiento de nada”. “Era imposible hacer un traslado de un día a otro y ha habido mucha previsión”, ha comentado el concejal que pide que ahora el público apoye a estos comerciantes.
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