El pasado jueves las dependencias de Casa Sola, establecimiento de Repostería Lojeña recientemente puesto en marcha en la Avenida Rafael Pérez del Álamo, se llevó a cabo la primera charla de las denominadas “Tertulias de bizcocho, crema y merengue”. Se trata de un proyecto impulsado por el propietario de esta histórica empresa lojeña, Víctor Sola, con el fin de seguir en la línea de “dignificación” del Rosco de Loja.
La idea es reunir cada dos meses, en torno a un café y unos Roscos de Loja, a personas que han marcado, marcan y marcarán la historia de este producto, con el fin de aunar experiencias que permitan multiplicar las potencialidades del mismo. Entre los invitados, adelantó Sola, se encontraran representantes de los obradores centenarios que pusieron las bases de este producto, profesionales del sector, de la hostelería y personas en general que han tenido o tienen relación con el Rosco de Loja.
Para Sola estas tertulias deben de incidir en la continuidad de “un trabajo que permita al Rosco de Loja ser un producto exclusivo de un territorio que es la ventana del municipio al mundo”. En ese sentido entiende que es una buena idea que “un sector que siempre ha estado un poco desestructurado nos podamos sentar en torno a una mesa y charlar de pasado, presente y futuro”, añadiendo que con ello “se sigue consiguiendo que el Rosco de Loja siga formando parte de la vida de los lojeños como su producto más conocido”.
