Una pareja de niños mira desde el andén de una vieja estación de ferrocarril granadina hacia un horizonte sin futuro en medio de una bocanada de aire; un tren pasa a toda velocidad por la sombra de un antiguo apeadero; otro se oierde entre un mar de nubarrones; alguno más se reaviva en el vapor de una vieja locomotora… son algunas de las fotografías que expone Alberto Sánchez en las salas del Centro de Iniciativas Culturales El Pósito, de la mano del Área de Cultura municipal.
El fotógrafo granadino presenta una “radiografía” sobre la situación en que se encuentra el ferrocarril en la provincia, recogiendo con su cámara algunos de los símbolos más destacados de un patrimonio que, en su mayor parte, se cae por su inactividad, presentando un triste, melancólico y solitario panorama no exento de una gran belleza plástica.
La muestra “La estación del olvido”, como la denomina su autor, recoge un resumen de imágenes del más de un centenar que próximamente se presenta en formato de libro como una contribución al conocimiento de este medio de transporte.
Del 2014 al presente, el fotógrafo ha recorrido pacientemente las cuatro líneas ferroviarias que se vertebran sobre suelo granadino, algunas de ellas detenidas definitivamente en el tiempo, otras en fase de reestructuración o acomodación a las necesidades del siglo XXI y alguna más en una situación de precariedad que espera, como agua de mayo, su resurgir o actualización.
El resultado de horas y horas de recorrido, buscando el mejor momento de luz o de plasticidad, recuperando viejas historias, fruto de la charla con vecinos y antiguos usuarios del tren, y marcando a sus fotografías de un halo poético, se plasman ahora con el deseo de compartirlo con la ciudadanía y que ésta disponga de un catálogo, por qué no, de lo que en muchos casos son los últimos vestigios de arquitectura industrial en sus localidades.
Los paisajes adquieren una gran fuerza, marcada tanto por la rotundidad de los territorios retratados, como por la soledad, la ausencia o el deterioro de las viejas edificaciones, pero también reciben la luz y el aroma de unos lugares entrañables, configurando en su conjunto una bellísima muestra de la amplia y variada geografia provincial.
Si bien no aparece la vieja estación de Loja, víctima de la picota, si lo hace la de San Francisco con su nueva fisonomía tras la rehabilitación de los viejos railes por el trazado electrificado.
La exposición “La estación del olvido” estará abierta hasta el 2 de diciembre, pudiendo visitarse de martes a viernes, de 18 a 21 horas, y los sábados entre las 10 y las12 de la mañana.
En la inauguración de esta muestra, el concejal de Cultura, José Antonio Gómez recogió en sus palabras ese sentido poético de las imagenes colgadas en el Pósito, elogiando el trabajo realizado por el autor.
Albert Sánchez, por su parte, agradeció vivamente la disposición del Ayuntamiento de Loja para presentar su trabajo y confió en que la inminente edición de su libro obtenga igualmente esa buena acogida. Al mismo tiempo dijo esperar que sus fotografías gusten al público y expresó la gran satisfacción que le ha producido la realización de tan amplia “radiografía del ferrocarril a lo largo de la provincia de Granada”.
