La Ermita de El Calvario es un monumento del Siglo XVI y uno de los primeros que se construyeron en Loja tras su conquista por los Reyes Católicos. Un hito histórico que vive con decadencia desde el 1936 y que es de los pocos que no se han logrado recuperar hasta el momento. Son varios los intentos para su puesta en valor que han sido infructuosos en los últimos años, por lo que se espera que al fin se avance en un proyecto certero.
En esa búsqueda, la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja obtuvo el beneplácito del responsable de patrimonio del Arzobispado de Granada, Antonio Fernández, para avanzar en un principio en la conservación de lo que queda del monumento. Se logró así que el propietario del edificio permitiera la colocación de la una puerta y la posterior techumbre de chapa para evitar un mayor deterioro. Ya con el apoyo del Ayuntamiento, este pasado Viernes de Dolores se colocó una puerta de hierro que permite ver de nuevo cerrada esta Ermita para uso en principio de la propia Real Cofradía de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, algo que se logra con el consentimiento del párroco, Juan Carlos Moreno.
Los trabajadores del Área de Servicios y Mantenimiento, Santiago Muñoz y Antonio Robles, empleados dentro del Plan Aire de la Junta de Andalucía, han sido los creadores de esta puerta. Además, los hierros de la misma han sido donados por el lojeño, Antonio Ayllón, representante de una empresa del sector. Desde el Ayuntamiento también se tiene el compromiso de acometer el cierre con chapa de la techumbre para proteger el monumento mientras se redacta el proyecto de rehabilitación y se logra la cesión de uso por parte del Arzobispado.
José Antonio Gallego, concejal de Obras y Servicios, afirmó que la colocación de esta puerta es un momento importante para la Semana Santa de Loja y un paso esperado para avanzar en la recuperación de este singular espacio. También quiso dar las gracias a los trabajadores por su implicación y a la persona que ha donado el material. Por último espera que pronto se pueda cometer el cierre del techo.
Muy agradecido con el Ayuntamiento se mostró el presidente de la Agrupación, Ramón Pérez, quien reconocía que era un orgullo que tras muchos años la Ermita volviera a estar cerrada. Para Pérez la colocación de esta puerta es solo el inicio de un trabajo que se llevará de la mano del Arzobispado para la recuperación de este monumento que cree es fundamental en la historia del municipio. El siguiente paso espera que sea el cierre de la techumbre para evitar más deterioro y avanzar en la consecución de un proyecto de actuación.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, habló de paso simbólico el vivido con el cierre de la Ermita, lo que entiende deberá de llevar a un proyecto integral de mejora de todo ese espacio. Llegar a un acuerdo de cesión de uso es el objetivo el Ayuntamiento que pretende además conseguir actuar en los terrenos aledaños. Camacho incluso afirmó que sería un acierto recuperar el antiguo Vía Crucis que existía y dar vida a esta zona de la ciudad. Por último aprovechó para pedir a los lojeños que tengan responsabilidad durante esta Semana Santa.
