Boquiabiertos dejó al público con cada palabra y expresión que regaló. Manuel Bestué Raya agigantó el pregón infantil oficial de la Semana Santa de Loja hasta límites insospechados. De infantil, el pregón, solo tuvo el título, todo lo demás exponía unas tablas inimaginables para tan corta edad.
Una semana después del pregón oficial a cargo de José María Morales, y la entrega del reconocimiento de la Naveta al párroco Juan Carlos Hidalgo, la Agrupación de Hermandades y Cofradías vivía su segundo gran acto de Cuaresma. Al inicio, la Banda de Música de Loja interpretó la marcha ‘Mi Amargura’ para abrir boca. A continuación, llegó el turno de los discursos institucionales, iniciando la alocución el presidente del ente organizador, Antonio Julio Pérez. Éste defendió el papel de los jóvenes en el mundo cofrade e insistió en que es obligación de las Hermandades y Cofradías defender su labor que es presente y futuro. “Hoy más que nunca tenemos que cuidar de nuestros jóvenes, en estos tiempos donde es más fácil elegir otros caminos”, defendió el presidente de la Agrupación.
La importancia de que Loja tenga un pregón oficial infantil, fue destacada por el alcalde, Joaquín Camacho, que cree fundamental contar con cantera que mantenga nuestras tradiciones. Para el regidor es importante escuchar la visión que los jóvenes tienen de nuestro día a día. “Es importante escucharlos en todas las facetas, y también en nuestras tradiciones”, afirmó Camacho.
José Manuel Ramos Derqui, amigo de Manuel, el encargado de presentarlo. Ramos explicó con detalle lo que para el pregonero infantil significa la Semana Santa de Loja. Detalló como esta pasión les ha unido en una sólida amistad. Un abrazo entre ambos visualizó el valor de las viviendas cofrades. “La mayor de sus aficiones es hablar, hablar y hablar de Semana Santa”, explicó con gracia Ramos.
Con un altar que explicaba su amor por la imaginería, el pregonero comenzaba su discurso deseando tallar la materia como sus grandes referentes, entre los que destacó a Juan Manuel Miñarro. Los imagineros de los titulares lojeños, siempre estuvieron presentes en su recorrido. “Y no soy quien hace a la imagen, sino la imagen la que utiliza mis manos para nacer de la materia”, comentó Bestué añadiendo que no son sus obras sino obras de Dios.
El pregonero infantil se detuvo en su fervor por la Virgen de los Dolores, rindiendo homenaje a su abuela, recientemente desaparecida, y dedicando su pregón a ésta y a otros familiares que han partido a un palco celestial desde donde lo observan. Servita por tradición familiar, Bestué recordó su participación en el Viernes de Dolores siendo el monaguillo que lleva el incienso. Apoyó este sentimiento con la voz de la joven saetera, Lourdes Martín.
Con un ‘quejió’ melancólico único, expresando con la voz y el gesto cada sentimiento, Manuel recorrió las jornadas del Domingo de Ramos al Miércoles Santo. Su impaciencia por no perder detalle, y su deseosa curiosidad, regaron de humor cada pasaje. En este tramo se contó con la aportación de tres marchas interpretadas por la Banda de Tambores y Cornetas Flor Entre Espinas.
La luminosidad del Jueves Santo, con su participación del sentir cristiano que se vive en las parroquias lojeñas, fue expresado con énfasis por el pregonero infantil. Como ayuda ese sentimiento, se hizo acompañar de las experiencias de las anteriores pregoneras infantiles, Ángela Cuevas y María Arjona. Ambas destacaron su participación en las Cofradías que posesionan en esa jornada. También se contó con una representación de los Tambores Negros, que en la oscuridad nos acercaron a la madrugada lojeña.
Y llegó el momento más esperado para Manuel con su alocución del Viernes Santo en Loja. Bestué enfatizó que es un día esperado por los lojeños de aquí y de allí, de los que están y los que nos dejaron. Demostró su amor por el Nazareno y su participación en la llamada ‘Hermandad Vieja’. “Hoy, Nazareno mío, es el día que nos custodias debajo de ti, a nosotros y a quienes nos faltan”, enfatizó con emoción Bestué reconociendo la importancia de los momentos de fraternidad que se viven en ese día. Destacar la participación en este tramo del coro infantil del Conservatorio Elemental de Música de Loja María del Carmen Romero Avellaneda que interpretó el Miserere y el Satabat Mater.
El cierre del pregón se vivió entre el entierro de Cristo y su esperada Resurrección. Bestué echó la despedida destacando que había expuesto con el corazón todas sus vivencias. Recibió una ovación digna del trabajo expuesto.
Tanto el alcalde como el presidente de la Agrupación reconocieron el esfuerzo de Manuel. También se homenajeó a los residentes de Sierra de Loja, que son los encargados de hacer el morrión que se le regala a los pregoneros. Por último, desde la Agrupación se agradeció la aportación del presentador del acto, Carlos Molina, al que se le entregó una placa.
