El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, ha acusado al Ministerio de Fomento de “traición” por haber cambiado el proyecto del AVE a su paso por Loja que llegó al Ayuntamiento de la ciudad a primeros de 2014, que no incluía la demolición de la estación vieja, por otro definitivo al que no se podía alegar y que sí contemplaba el derribo.
El regidor, acompañado por todos los concejales que componen el equipo de gobierno local, ha explicado que en marzo de 2014 el Consistorio lojeño recibió de parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF) un resumen del proyecto constructivo de Alta Velocidad a su paso por Loja. Ese era el documento en base al cual los grupos de la corporación debían presentar las oportunas alegaciones sobre aquellos aspectos con los que no estaban de acuerdo. Este resumen no incluía la demolición de la estación vieja. Según se puede leer literalmente en la página 3 del mismo, se procedería a la “remodelación del apeadero de San Francisco de Loja” y la “remodelación de la actual estación de Loja”, es decir, la antigua. Esta es la prueba “inequívoca”, según el regidor, “de que el Ayuntamiento no ha mentido, ya que, en el único momento en que se podían presentar las alegaciones, el proyecto contemplaba la remodelación de ambas estaciones, nunca su demolición”.
La “traición” vendría, afirma Camacho, cuando el Ministerio de Fomento cambia este proyecto meses después, incluyendo el derribo de la estación. En junio de 2014 se aprobó definitivamente el proyecto constructivo, que llegó a Loja en enero de 2015 “cuando la obra estaba licitada y ya no había posibilidad de alegar”. Este proyecto ya sí que incluía la demolición del edificio antiguo de viajeros de Loja, pero nadie se percató de este punto. “De ahí sorpresa que tuvimos el viernes cuando vimos que se estaba demoliendo el edificio de la estación sin previo aviso”, denuncia Camacho, quien vuelve a insistir en que “no hemos mentido en ningún momento a los vecinos”.
El regidor lojeño tilda de “irresponsables” a los grupos de la oposición por acusar al gobierno municipal de desconocer el proyecto. Camacho se defiende argumentando que ninguna de las alegaciones presentadas por la anterior corporación, tanto por el PP, PSOE como por CpL, “tenían que ver con la estación vieja, porque el documento en base al cual se realizaron esas alegaciones no incluía la demolición”. Esas objeciones se referían en su mayoría a la mejora y el mantenimiento de los pasos a nivel.
El alcalde insiste en que “siempre se ha luchado por la estación vieja”. En este sentido, argumenta que el Ayuntamiento envió un documento a Fomento enumerando las ventajas de utilizar el edificio antiguo como terminal de viajeros para el AVE, remodelándolo y adaptándolo a las necesidades de la Alta Velocidad.
El regidor lojeño defiende que estos últimos días se está realizando un intenso trabajo por parte del concejal responsable, Joaquín Ordóñez, y los técnicos de Urbanismo para determinar las posibles responsabilidades que pueda tener Fomento sobre el cambio del proyecto. “Estamos estudiando qué posibilidades tiene el Ayuntamiento de defenderse legalmente, porque lo que ha hecho el ministerio es muy grave”, califica el regidor, quien aboga por reconstruir el edificio.
Camacho ha vuelto a reiterar la petición de “unidad” de toda Loja “para pedir respeto ante la aberración de la demolición de la estación”. Por ello, invita a la ciudadanía a la manifestación convocada para este viernes, a partir de las 20 horas desde el Museo del Agua, y que tendrá como destino los restos de la estación vieja. Por el momento, la máquina que la echó abajo continúa estacionada junto al antiguo edificio. Al menos a día de ayer no se había procedido a la retirada de los escombros. El Ayuntamiento ha pedido que los restos se queden como están, “que no se continúe con esta aberración porque podría ser peor”.