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domingo, 22 de diciembre de 2024

Gonzalo Espejo hace un recorrido por la tradición e historia y sus vivencias en su pregón de Semana Santa

Intensa noche cofrade en el Centro Cívico 'Adolfo Suárez', en la que también se hizo la entrega de la 'Naveta de Honor' a José Andrés Tortosa

Intensa noche cofrade la que se vivió el pasado viernes en el Centro Cívico ‘Adolfo Suárez’ con motivo del pregón oficial de Semana Santa, que este año ha corrido a cargo de Gonzalo Espejo Jáimez. Fueron más de tres horas las que se llevó el acto en el que, además, se hizo también entrega de la ‘Naveta de Honor’, que este año ha recaído en José Andrés Tortosa, fundador de la Cofradía del Santísimo Cristo de Los Favores en el año 1956.

El acto, que se prolongó hasta entrada ya la madrugada del sábado, arrancó con las palabras del presidente de la recientemente elegida nueva directiva de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja, Ramón Pérez Collados, quien recordó que es la primera vez que esta nueva junta directiva tomaba las riendas de este acto. El presidente destacó que “la unión sin fisuras y el buen hacer de todos juntos, nos harán imparables y eso nos lo debemos grabar todos a sangre y fuego”, en relación al avance de la Semana Santa lojeña. En esa línea dijo que se está trabajando para conseguir su declaración como ‘Decana de la Semana Santa de Granada’.

Sobre los protagonistas de la noche, el pregonero y la ‘Naveta de Honor’, Pérez destacó “la experiencia y seriedad” de José Andrés Tortosa y “la sabiduría y el carisma” de Gonzalo Espejo.

El presidente de la agrupación también agradeció al Ayuntamiento, con su alcalde a la cabeza, el apoyo para hacer más grande cada día la Semana Santa de Loja y animó a todos los lojeños a vivirla “como os guste, pero siempre con respeto”.

A continuación, intervino el concejal de Cultura, José Antonio Gómez, quien destacó los más de 4 siglos de historia de la Semana Santa lojeña y su declaración en 2003 como ‘Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía’ y habló de la crucifixión de Cristo “que transformó la historia y la Cruz se convirtió en el símbolo del misterio cristiano redentor”. Por eso, animó a todos “a inmiscuirnos en la Pasión de Cristo en la Cruz y verla no como un lugar de sufrimiento, sino como un lugar de glorificación, de exaltación y, sobre todo, de purificación, porque la Cruz es la dignidad del cristiano”.

Fue, a continuación, el momento del primero de los actos señalados de la noche: la entrega de la ‘Naveta de Honor’ a José Andrés Tortosa Guarnido, quien reconoció que “es un gran honor recoger este reconocimiento que tanto significa para los cofrades lojeños”, aunque añadió que “muchas personas lo merecen mucho más”.

Tortosa dijo sentirse “emocionado” al ver la evolución que la Semana Santa de Loja ha tenido durante los últimos años, con la gran cantidad de imágenes procesionando y su riqueza ornamental, así como la calidad de las bandas locales y las que acuden desde otros lugares.

Dedicó su premio a sus padres, a toda su familia y a todos los que le han acompañado durante todos estos años en su labor cofrade y se dirigió especialmente a su Cofradía del Santísimo Cristo de Los Favores, indicando que “esta Naveta es de todos”.

José Andrés Tortosa recibió el galardón de manos del presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías y del propio alcalde lojeño, Joaquín Camacho, quien tomó a continuación la palabra. “Cuando en 1956 una familia decidió volver a abrir una página para que una de las imágenes con más devoción volviera a procesionar en nuestras calles y especialmente en las del barrio Alto, nadie podía imaginar que, más de 60 años después, hoy íbamos a estar aquí con una de las Semanas Santas más importantes de la provincia de Granada”, fueron las primeras palabras del alcalde.

Camacho felicitó a José Andrés Tortosa por el reconocimiento y le dio las gracias por su labor en nombre de toda la ciudad y quienes aman la Semana Santa. “Nunca 2.000 pesetas han dado tanta devoción, favores y tantas lágrimas de alegría, tristeza y fe”, dijo el alcalde en relación a la cantidad que se pagó entonces para comprar la imagen a la Cofradía del Santísimo Cristo de Los Favores de Granada en 1949.

Para el primer edil, “la Semana Santa tiene mucho de historia y de devoción, pero tiene que tener también de solidaridad y pensar en los demás”.

Sobre el pregonero de la noche, Gonzalo Espejo, el alcalde dijo que “va a ser el pregonero que merece la Semana Santa decana de la provincia de Granada” y concluyó su intervención deseando a todos los hermanos de las distintas hermandades “que tengáis unas buenas Estaciones de Penitencia y sepáis llevar los valores de nuestra Semana Santa”.

Llegó, a continuación, el momento más esperado de la noche: el Pregón de Gonzalo Espejo, quien hizo un extenso recorrido por la historia de la Semana Santa lojeña y sus vivencias. No se reservó nada el pregonero, quien abrió todo su corazón para compartir sus sentimientos a lo largo de casi dos horas y media de intenso pregón. Por ello, su pregón tuvo un componente muy importante de tradición, de historia y de vivencias personales.

“Difícilmente podemos encontrar otro exponente cultural más rico y variado que la Semana Santa, porque no existen dos Semanas Santas iguales”, dijo Espejo en sus primeras palabras, quien comenzó con sus primeros recuerdos, hallá por el año 1965 en la Plaza de Arriba un Jueves Santo. “A partir de ahí -confesó- la Semana Santa se ha convertido en mi eje de vivencias y encrucijada de mis patrias”, dijo el pregonero.

Se refirió a los 20 años que lleva residiendo fuera de Loja, lo que le ha dejado unos sentimientos que resumió en una palabra: “nostalgia por el dolor que lleva aparejada toda regresión y el encuentro con lo que uno considera que fue una vez suyo”. Confesó que hay dos fechas en su calendario que le han unido durante todo este tiempo a Loja: “la Navidad y la Semana Santa”. Por eso, dijo que “no he faltado ninguna Noche Buena ni ningún Viernes Santo a la ciudad que me vio nacer”.

Gonzalo Espejo hizo un largo recorrido por la historia de la Semana Santa, tanto en sus momentos de esplendor como en los más críticos y complicados, como cuando en 1936 la práctica totalidad del patrimonio lojeño fue reducido a cenizas durante la II República. “El desgarro fue completo y la desolación absoluta, pero el esfuerzo y el desprendimiento de muchos de los lojeños de aquella generación y de la siguientes, logró la re-invención de la Semana Santa y, aunque nunca podría ser la misma, sí debía ser, y lo fue, nuestra”, dijo el pregonero, al recordar que ninguno de los 17 pasos de hoy se corresponde con los 18 de antaño. “Han sido más de cinco décadas para recuperar nuestra Semana de Pasión”. Por eso -dijo- “¡cuánto sentido cobra el homenaje a José Andrés Tortosa!”, en relación a su importante aportación para su recuperación.

Y así continuó el pregonero, quien se detuvo en toda la evolución de la Semana Santa a lo largo de los años, en todos los días de la Pasión y en las imágenes que la componen. Habló del Vía Crucis, de los nazarenos, del Sepulcro y la Crucifixión, evocó a su Cristo de Los Favores… y terminó invitando a todas a una celebración plena de la Semana Santa.

No faltó el acompañamiento musical a lo largo de la intensa noche. Por el escenario del Centro Cívico pasaron la Banda de Tambores y Cornetas ‘Flor entre Espinas’, la Banda de Música de Loja, Emilio Padilla como “pedior”, el saetero Christian Delgado, los incensarios Alberto Cerrillo, Ismael Conde y Rafael González, así como Juan Manuel Roldán con los Tambores Negros.

Fue una noche larga, pero llena de vivencias, de historia, de cultura y de pasión, la que sienten todos los cofrades por su Semana Santa. La misma que derrochó Gonzalo Espejo en su pregón, el mejor inicio oficial para los días que se aproximan. Todo un año trabajando con toda la ilusión y el fervor que merece la Semana Santa decana de la provincia de Granada.

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