Un año más, fue la Dolorosa Servita al pie de la Cruz la encargada de inaugurar la Semana Santa de Loja. El tiempo no solo respeto, sino que brindó una noche de templanza que se trasladó a un cortejo acompasado, serio y solemne. Fue un Viernes de Dolores disfrutado desde primeras horas del día, con levantar de cohetes y mañana de visitas a la Virgen en la Iglesia de Santa Catalina. Entre los que quisieron verla se encontraban más de un centenar de alumnos del Colegio Caminillo, residentes de Sierra de Loja, usuarios del Centro de Día de Alzheimer y del Centro Ocupacional el Olivo 81. A la diana floreada se sumó un año más decenas de tambores de la Hermandad de la Santa Vera Cruz y Nuestra Señora de las Angustias, que desde el año 2008 es hermana de los Servitas.

Los cultos a la Virgen son el pilar fundamental de esta Hermandad. Tras siete días de rezos y misas en su honor, llegaba la Función Principal de Instituto con la presencia sublime de la Coral Polifónica María del Carmen Romero Avellaneda. A la Santa Misa se sumó la presencia del presidente de la Diputación de Granada, Francis Rodríguez, que estuvo acompañado de la Diputada de Turismo, Marta Nievas. Junto a ellos se sumó la participación de la delegada de la Junta de Andalucía, Matilde Ortiz, y el alcalde, Joaquín Camacho, junto con miembros de su equipo de gobierno. Tras la Eucaristía el presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja, Antonio Julio Pérez, le entregó una placa de agradecimiento. El Hermano Mayor de la Hermandad Servita, Carlos Molina, le regaló una medalla de la Hermandad.

Tras ello, se montaron los tramos del cortejo, que fue comandado por la Agrupación Musical María Santísima de la Cabeza de Exfiliana. Destacar el Grupo de Joven con más de una veintena de pequeños monaguillos, el tramo de una treintena de hermanos de hábito y las cerca de 80 hermanas camareras. Emotiva salida de la Iglesia de Santa Catalina con lleno en el Barrio Alto y la tradicional marcha Caridad del Guadalquivir. La Virgen fue recibida con vítores y saetas.
El cortejo se vivió en su plenitud y amplitud por las calles del Barrio Alto. La calle Tamayo sigue siendo un escenario único para disfrutar de los desfiles. La Virgen volvió a llegar a la Plaza de la Constitución con los sones de la agrupación musical. Ese encuentro fue seguido por mucho público que se mantuvo en la plaza para disfrutar de este acompañamiento musical que se estrenaba en este año. Los Servitas pasaron a su hora por carrera oficial, que se estrenaba en su amplitud. El trono estaba acompañado, por segundo año de forma consecutiva, por la Banda de Música José Galán de Archidona, que fueron los encargados de interpretar la marcha ‘Suena Madrugá Macarena’, con la que se llegó a tribuna.
La Hermandad comenzó su regreso con orden. La llegada a su barrio fue esperada por mucho público que rodeó la Iglesia. La Agrupación de Exfilina regaló tres marchas consecutivas para deleite de un respetable en silencio que contenía la respiración. Destacar la marcha ‘Sempiterno’ que finalizó con una emotiva lluvia de pétalos.
Como marca la tradición, la Virgen se despidió en el interior de su templo con la marcha ‘Encarnación Coronada’. Fue el culmen de una noche marcada con solemnidad, orden y la devoción.
