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jueves, 28 de noviembre de 2024

El Convento de Santa Clara será inaugurado el sábado 30 de marzo

Una Santa Misa de acción de gracias a cargo del Arzobispo de Granada, Monseñor Martínez, inaugurará la Iglesia Conventual de Santa Clara

Siete años y dos meses después, Santa Clara volverá a albergar una Eucaristía en su interior. Desde que el pasado 15 de enero de 2012 se decidió dejar de impartir Misa en el convento por la caída de uno de los frisos de la techumbre, todo el convento quedó cerrado al público. La espera llegó a su fin y este próximo sábado 30 de marzo los lojeños podrán de nuevo disfrutar de esta joya del siglo XVI. 

El Arzobispado de Granada llevará a cabo una Santa Misa de acción de gracias a las 12 horas a la que podrán asistir todos los que lo deseen, siempre teniendo en cuenta las dimensiones del templo. El propio Arzobispo de Granada, Monseñor Martínez, será el encargado de celebrar la Eucaristía. La Coral Polifónica María del Carmen Romero Avellaneda estará presente en la Misa ubicándose en el coro alto, también reformado. 

Para abrir de nuevo las puertas de Santa Clara tras la actuación de restauración de su iglesia se ha trabajado en los últimos días en la limpieza y acondicionamiento del patio central del convento en la zona del claustro. La idea es que las personas que lo deseen puedan comprobar in situ el estado de conservación del templo y algunas zonas aledañas del convento. Ya con posterioridad, desde la curia lojeña en colaboración con el Ayuntamiento y otras entidades como la Agrupación de Hermandades y Cofradías, pretenden llevar a cabo jornadas explicativas de todo el recinto, para poner en relieve su valor artístico y patrimonial. 

Cabe recordar  que fue en diciembre de 2016, y a instancia del Gobierno Local, el Boletín Oficial del Estado publicaba la licitación de las obras de restauración del convento por un montante de 1.999.802 euros. Ese dinero, que en principio se anunció llegaba por el llamado 1% Cultural, de las obras del AVE, se incluyó dentro de otro programa de recuperación de patrimonio a nivel nacional. Las obras se inician a principios de 2017 con un plazo inicial de ejecución de 29 meses, que se ha reducido de forma considerable.  

Durante estos meses el proyecto incidía en la necesidad de acometer la reparación inmediata de la cubierta de la iglesia y coro alto, debido al desprendimiento y caída de parte del artesonado de la cubierta con el consiguiente peligro para los feligreses de la parroquia. Entre las patologías subsanadas destaca en primer lugar el empuje que lleva a cabo la techumbre de la iglesia sobre los muros laterales, principalmente el que da a la Cuesta de las Monjas, que aunque ya seguro, sigue mostrándose pandeado. Otra cuestión mermada es la incidencia de la humedad que aparece en la base y coronación de estos muros de la iglesia. La restauración y puesta en valor de las pinturas murales que ocupan las paredes interiores de la Iglesia ha sido una ardua labor ya que se encentraban muy alteradas y ocultas por una densa capa de suciedad.

El convento espera su mejora

A pesar de que este proyecto no ha permitido actuar en el convento como tal, sí se ha actuado en la cubierta de la galería del claustro; realizada su cubrición por planchas de fibrocemento claramente discordantes con el entorno del Convento y totalmente opuestas a su concepción original. El informe del arquitecto destaca que “por cuestiones económicas no ha sido posible acometer obras de rehabilitación en el resto de las cubiertas del Convento que presentan en algunas partes problemas de entrada de agua que afectada la armadura de par y nudillo y tirantes dobles -todo ello decorado con pintura-, así como actuar en las humedades generalizadas que presentan los muros y separaciones de la planta baja del Convento”. Afirmándose más adelante que estas cuestiones “se dejan expuestas estas consideraciones para futuras actuaciones”. Esto deja entrever que el uso del Convento, sea cual sea, deberá de esperar a nuevas actuaciones. No así la Iglesia, coros, sacristía y oratorio superior, que volverán a poder tener su funcionamiento religioso. 

Con este informe queda claro que se deberá buscar una nueva financiación para acometer la remodelación del resto del convento. Desde el Ayuntamiento de Loja, al unísono con la Agrupación de Hermandades y Cofradías, se trabaja para conseguir el compromiso del Arzobispado de que las dependencias alberguen el Museo de la Semana Santa lojeña y no una ampliación de la residencia aledaña. 

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