Adrián Aguilera, director de la Banda de Música de Loja, lo primero que hizo es agradecer la presencia de los 200 afortunados que llenaron el auditorio al aire libre del Mirados Isabel I de Castilla. Iban a ser testigos de un reencuentro muy especial. La histórica banda lojeña volvía de nuevo a los escenarios tras casi dos años de parón obligado por la pandemia. Era sin duda ‘una gran noche’ para el municipio.
La canción más reconocida del artista Raphael dio paso a un concierto de unos 45 minutos de duración que posibilitó una amplía amalgama de registros musicales. Todo comenzó con el cine como protagonista. La banda lojeña interpretó las bandas sonoras de dos grandes cásicos cinematográficos como son Titanic y Carros de Fuego.
Al margen de la música del celuloide, la Banda de Música de Loja siempre ha estado presente en los eventos más festivos de la ciudad. En ello no pueden faltar sus tradicionales pasodobles.
Aunque con poco tiempo para ensayos, y por ende para encagar nuevas partituras, la banda lojeña quiso seguir avanzando en otros registros. En ese sentido interpretaron dos obras para banda. Aguilera explicó que estas versiones bien podrían también ser adaptadas al cine.
El concierto cerró con un ‘chachacha’ y el pasodoble piropo a Loja, creado este último por los hermanos Padilla. Fue el colofón a una velada muy animada y con gran participación del público que vitoreó cada interpretación. El director se despidió deseando que este concierto fuera el punto de inicio de un año donde recuperar la actividad cultural de la banda en el municipio y fuera de él.
