La Navidad siempre ofrece momentos memorables para el recuerdo, desde la reunión de toda la familia que se produce sólo una vez al año, el encuentro con amistades que viven físicamente alejadas, compartir historias, sueños y esperanzas… y uno de esos momentos especiales que se dan en estas fechas es el concierto polifónico que ofrece, desde hace ya largo tiempo, la Coral del Conservatorio de Música de Loja, bajo el paraguas del Área de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad.
De nuevo, el altar del barroco templo de Santa Catalina en el barrio Alto fue el magnífico escenario desde el que se prodigaron los buenos deseos de los villancicos, a través de la armonía y la belleza vocal de los coros, en esta ocasión con una formación invitada que venía desde La Palma del Condado (Huelva).
La frialdad y el viento de una noche desapacible en lo meteorológico tal vez se notó en una menor afluencia de público, con respecto a otras ediciones, pero en ningún caso pudo alterar el buen tiempo que se vivía entre las personas integrantes de las dos corales y las asistentes a tan lírico acto.
Comenzó la velada la Coral de La Palma del Condado, que venía avalada por un excelente currículo y que demostró con sus cantos la verdad de la buena crítica que les respalda. Bajo la batuta de Luis Manuel Villalba Ángel, los onubenses alternaron cánticos populares y tradicionales con otros más actuales, invitando a participar al público en más de una ocasión.
Los grandes esperados de la noche, como es habitual, eran los miembros de la Coral María del Carmen Romero, como también se denomina al conjunto lojeño. Bajo la dirección de Candelaria Jiménez López arrancaron con un tema muy actual que se vio completado con otros de idéntico porte o con arreglos novedosos y más contemporáneos de grandes autores. El piano, el violonchelo, la flauta y la percusión incluida en sus interpretaciones hicieron el resto hasta redondear una brillante actuación que fue muy aplaudida por los asistentes.