La primera semana de excavación arqueológica ha finalizado y ya se han podido documentar algunos de los objetivos previos de la intervención. Según informa el Área de Cultura, gracias a los trabajos del equipo dirigido por Roque Modegro se ha podido comprobar, entre otras cosas, la gran altura que presentan los muros traseros del monumento (de los siglos XVI-XVIII), que quedaron sepultados con aportes de tierra modernos. Además, la cimentación del frontispicio monumental de la fuente (del siglo XVI) se encuentra en un delicado estado de conservación. Por otro lado, los aprovechamientos contemporáneos de riego han provocado afecciones, especialmente en pavimentos y canalizaciones antiguas.
En la presente semana continuarán los trabajos. Los arqueólogos esperan poder documentar las circulaciones de agua originarias entre las distintos baños del conjunto monumental y su entorno de regadío histórico, además de evaluar el potencial arqueológico del haza anexa al sector noroccidental del conjunto balneario (con abundante material constructivo de época tardoantigua), a través de tres nuevos sondeos.
Con los primeros resultados sobre la mesa, añade la concejalía, se pretende iniciar la coordinación entre los equipos de arqueología y arquitectura para la redacción del proyecto de restauración del monumento.