Por tercer año consecutivo, la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y San Juan organizó el pasado sábado, el tradicional Puchero Nazareno en la peña flamenca La Alcazaba, que este año ha tenido un aliciente más, al conmemorarse el 400 aniversario de su fundación. Una jornada gastronómica, que congregó a numerosos hermanos nazarenos y cofrades lojeños para disfrutar de un día de convivencia y degustar, a la hora del mediodía, uno de los platos típicos andaluces, como es el puchero, acompañado con pringá y encurtidos.
El Hermano Mayor de la Hermandad del Nazareno, José Manuel Ramos, destacó las tres ediciones del puchero que “poco a poco, vamos consolidándolo” y del que informó que se elaboraron unas 120 raciones que, al final, se consumieron. Todo gracias al buen hacer en los fogones de Álvaro Fernández, para quien el éxito de este plato radica “en la calidad de los ingredientes y muchas horas de cocción para 120 litros de caldo, 14 kilos de garbanzos y, nueve, de pringá, que cocinó en cuatro ollas”.
El precio del cuenco grande de barro fue de 10 euros, compuesto de garbanzos y viandas al gusto del comensal y se incluyó también un remojón de naranjas. Todos los productos fueron aportados por distintas empresas lojeñas que se sumaron al evento cofrade. Por la tarde llegó la hora del café, acompañado de pasteles y de buen cante flamenco al son de una guitarra.
La recaudación total se destinará a financiar las actividades que realiza la Hermandad a lo largo de todo el año y que, este 2019, “se verán incrementadas con el aniversario de la hermandad”, apuntó el responsable cofrade.
Entre lo más reseñable, la restauración del trono de Jesús Nazareno, de la que Ramos comentó que “los trabajos están muy avanzados, sobre todo, el cambio visual con las nuevas tulipas, los arbotantes y los faroles que impactará, además de la canastilla central que se ha reconstruido con madera de cedro y todas las galletas ensambladas de las misma forma”.