La lluvia desluce las procesiones del Viernes Santo lojeño

Otra vez el mal tiempo  vuelve a arruinar la Semana Santa de Loja. El día grande de la Semana de pasión lojeña acabó deslucido a causa de la lluvia. Como ocurriera durante toda la semana, los cofrades lojeños empezaban el Viernes Santo mirando al cielo. Las previsiones meteorológicas no eran del todo halagüeñas y existía la posibilidad de que la lluvia hiciera peligrar las estaciones de penitencia de las cinco hermandades que procesionan en el día grande de la Semana Santa lojeña, como así finalmente ocurrió.
El Viernes Santo amaneció con algunas nubes que amenazaban lluvia. Pasadas las 10 y media de la mañana, las hermandades de Santa Marcela, la de Jesús Nazareno y San Juan y la de Nuestra Señora de las Angustias y la Santa Vera Cruz comenzaron conjuntamente su desfile procesional desde la ermita de Jesús.
Contaban para este año con estrenos destacados. La verónica lució este año una nueva saya color granate y un manto azul oscuro. Nuestro Padre Jesús Nazareno estrenó una nueva túnica, confeccionada en terciopelo y bordada en oro en los talleres del bordador sevillano Mariano Marín Santonja. Se trata de una réplica de la túnica conocida popularmente como “la del Duque”. También estrenó un alba y un cíngulo. Además, la Venerable Hermandad recuperó para este Viernes Santo la figura del “armaillo”, un niño pequeño vestido de romano. Por su parte, la hermandad de Nuestra Señora de las Angustias estrenó dos faroles guías de orfebrería plateada.
El desfile de estas tres hermandades transcurrió normalmente hasta que la lluvia les sorprendió en el barrio Alto, a mitad de recorrido. Los hermanos tuvieron que hacer uso de plásticos para proteger a las imágenes. Tras el chaparrón pasajero, pudieron seguir con su recorrido y realizar el tradicional encuentro en la carrera de San Agustín, aunque se suspendió el itinerario por el barrio del Puente por riesgo de lluvia. La primera parte del Viernes Santo lojeño acabó con la popular ‘corriilla’, que  se celebró sin inconvenientes.
Y desfile procesional deslucido también para las hermandades que protagonizan en Santo Entierro, en la noche del Viernes Santo lojeño. Al igual que ya ocurriera el año pasado, la estación de penitencia se vio alterada e interrumpida antes de tiempo, sólo hora y media desde que comenzara, debido a la aparición de la lluvia.
A las 21 horas, una hora antes que en años anteriores, se abrieron las puertas de la Iglesia de Santa María de la Encarnación para permitir la salida del desfile procesional. A las puertas del templo se agolpaban cientos de lojeños expectantes y dispuestos a disfrutar del Santo Entierro de Cristo. Abrió el desfile el Santísimo Cristo de la Salud, al que el imaginero de Vélez Málaga Israel Cornejo le ha devuelto todo el esplendor gracias a la restauración que le ha realizado.
Tras él, el trono del Santo Sepulcro comenzaba a salir de la iglesia, este año más espectacular si cabe: los lojeños pudieron disfrutar también de la flamante restauración a la que ha sido sometida la imagen del Sagrado Titular de la Hermandad, que le ha devuelto su serena belleza y todo su esplendor; y también de la restauración de su urna y su trono, unas auténticas obras de arte rehabilitadas por Cándido Luna, miembro de la Hermandad.
La titular mariana de la Hermandad del Sepulcro también lucía bellísima en su trono, adornado con un exorno floral a base de rosas blancas, patos y flores de cera.
Todo transcurría normalmente, hasta que la lluvia, desgraciadamente, apareció. Las primeras gotas sorprendieron al cortejo aproximadamente hora y media después de su salida, justo en el momento en que las imágenes comenzaban a subir la cuesta de la Posadilla, tras la salida de Tribuna Oficial. Tras proteger a las imágenes con plásticos, se decidió volver al templo para resguardarse de la lluvia que no cesaba.
   
Más suerte tuvieron las hermandades del Jueves Santo lojeño, que pudieron realizar su desfile procesional sin contratiempos. De la capilla de la Sangre partió la Real Cofradía de la Santa Vera Cruz, Jesús Preso y Nuestra Señora de los Dolores, que estrenó un juego de ciriales y pértiga para el paso de la titular mariana. También se estrenaron todas las ropas de los acólitos y dos dalmáticas bordadas sobre terciopelo verde. Y el mejor estreno este año para la cofradía, sin duda, fue la medalla de plata concedida por el Ayuntamiento de Loja.
Ya por la noche, el Santísimo Cristo de los Favores recorrió las calles de Loja con la solemnidad y sobriedad que le caracteriza. Para este 2013 la cofradía ha culminado la primera fase de la restauración del trono de este imponente crucificado lojeño.