¿Qué son los sueños? preguntó ingenua la voz de la curiosidad. Nadie mejor que las “Tejedoras de sueños y Vendedoras de flores” para responder a esa siempre difícil cuestión. Y eso es lo que podemos disfrutar en la exposición que ocupa durante estas fechas las salas del Centro de Iniciativas Culturales El Pósito, fruto del magnífico trabajo artístico de la pintora Laura Fernández Linares.
“Los sueños -podría decir la más sabia de las tejedoras- son el alma de nuestros deseos, la imagen de nuestras ilusiones, el halo de nuestras esperanzas, la respiración de nuestras congojas, el alimento de nuestro presente y nuestro futuro, la materia de nuestra imaginación, las respuestas a tantas y tantas inquietudes… Y están hechos de mucho amor, aunque a veces se atormenten por las dudas y las dificultades, de mucha entrega, aunque el día a día trate de truncar su vigor y trastocar el armazón de sus esencias. Los sueños nos llevan a todos los lugares concretos y a los impalpables en un tiempo que es con el que se mide el mundo de lo eterno”.
Y así puede comprobarse entre acuarelas y miradas, entre luminosos ejemplos y certeras deducciones de Laura Fernández. Porque, más que una reputada artista, que lo es, ella es una deliciosa creadora experta en eso, en sueños, pero también una regeneradora de nuestro día a día. Y lo es con sencillez, con humildad, con franqueza, con autenticidad, tal como lo hacen los seres más grandes.
Como mujer, como pintora, como maestra o en cualquier ámbito de su vida, Laura nos acoge un poco a todos y todas en sus obras y en sus hechos cotidianos, y el papel donde nos plasma se regocija y crece con el primor de sus dedos y la sutileza de sus trazos. Y allí nos encontramos en buenas manos, entre sus sueños y los nuestros, como un paisaje inmenso que nunca acaba.
Laura Fernández, o Linares, (como ella prefiere) estudió Magisterio y posteriormente Bellas Artes, cuenta con un buen número de exposiciones individuales y colectivas a sus espaldas, y le gusta modular sus tiempos de actividad artística con los de “interiorizar mis creaciones” -afirma- y es muy exigente con ella misma y con su trabajo. Aunque utiliza igualmente otras técnicas y estilos, es la acuarela el medio en el que mejor se siente.
“En definitiva -expone la artista- el dibujo, la pintura, la poesía y la fantasía forman parte de mi vida y los integro en mis pinturas buscando unir realidad, experiencia e imaginación en casi todas ellas. Pretendo dar a conocer mis pinturas, compartir mis vivencias pictóricas, publicar y exponer y dejar un sencillo legado en mi recorrido artístico siempre que me haga feliz esta ilusión y espero que así sea”.
En la inauguración de la muestra, que permanecerá abierta hasta el 13 de noviembre, la protagonista informó de su forma de trabajar y los motivos que originan sus obras, apostando por ese seres de luz que hacen el bien a quienes se les acercan, pero también de la fuerza reivindicativa de las mujeres luchadoras, como es el caso que ilustran varios de sus trabajos sobre el cáncer (esa jornada de apertura se celebraba el Día del Cáncer de Mama), y todo ello sin desdeñar el vigor de sus marinas o de sus inquietantes paisajes humanos.
El acto contó igualmente con la participación del concejal de Cultura José Antonio Gómez y del alcalde Joaquín Camacho, quienes hicieron una semblanza de la artista y su obra, y reiteraron la disponibilidad de los espacios culturales municipales para incrementar el acceso a la cultura y el disfrute de las diferentes manifestaciones por parte de la población, además de favorecer la difusión de la actividades creadoras realizadas tanto por la ciudadanía lojeña como por artistas foráneos.
El edil de Cultura expresó la sensibilidad y emoción que emanan de las acuarelas.
El alcalde, por su parte, se refirió al hondo sentido que adquiere la palabra sueño, en la que se ubican todos los ámbitos de la vida.
Como introductor de la exposición se dirigió al público asistente el periodista Juan María Jiménez, quien elaboró un poético relato lleno de figuras alusivas al proceso creador de la artista y el singular carácter de sus personajes.