El Centro de Iniciativas Culturales El Pósito acogió el pasado jueves una nueva presentación editorial. En esta ocasión la poesía fue la protagonista gracias al autor madrileño de ascendencia jienense, Iker García Simón. Vinculado sentimentalmente a Loja, el autor estuvo acompañado de su actual pareja, Ángela Jiménez, y del padre de ésta, Juan María Jiménez. Este último, reconocido poeta local, fue el encargado de acompañar la presentación de la obra.
Ante la ausencia de autoridades locales, por su presencia en FITUR 2023, el director de Cultura, Juan Alonso Sánchez, fue el encargado de dar la bienvenida al escritor. Sánchez explicó algunos detalles del estilo del poeta protagonista avanzando la importancia de la música urbana en su creación. “Tiene remanentes de música urbana en su métrica y rima”, especificó el director del Área de Cultura.
Juan María Jiménez fue el encargado de introducir el acto incidiendo en que para él el evento tenía doble valor, al ser el autor la actual pareja de su hija y por la capacidad en la escritura que éste atesora. “Es un estilo propio que descubrí, ya que no soy seguidor del rap o la música urbana”, admitía el lojeño que incluso recuerda como la primera vez que leyó uno de sus poemas creía que estaban cojos. “Cuando él los lee te das cuenta que todo está bien”, comenta Jiménez sonriendo.
La pareja del autor, Ángela Jiménez, también quiso expresas su admiración por la obra y afirmó que en su opinión la misma representa una especie de catarsis. “Todos hemos librados batallas con sentimientos”, comenta Ángela y añade que es una forma de gestionar la vida. “Os invito a que leáis y conozcáis mejor la forma de vivir de Iker”, anima la lojeña.
Por su parte, Iker García, explicó que se trataba del segundo libro que editaba y que fue creado durante el confinamiento. Su primera obra fue titulada ‘Callejero’ y versa sobre la experiencia en su trabajo en las calles de barrios. En el segundo libro se centra más en superar la ansiedad que le creó el confinamiento. “Me ha permitido cerrar la puerta entre mi juventud y adolescencia”, explicó el autor que reconoce que sufrió insultos en su niñez al tener gustos diferentes a los del resto. Ahora admite vivir la mejor etapa de su vida.
En ese periodo de confinamiento, Iker reconoce que le volvieron fantasmas del pasado. También que la sociedad que se preveía más unida no fue tal y que apareció lo peor de muchas personas. “Vivimos con más extremismos”, afirma el poeta que también reconoce sus inquietudes sociales.
Tanto Juan María como el propio autor leyeron algunos pasajes del libro. Fue el colofón a una presentación marcada por la presencia de familiares y amigos del autor. Una oda a la poesía más urbana.