El pasado 5 de marzo fue Miércoles de Ceniza, punto de arranque de la Cuaresma y cuenta atrás para la llegada de la Semana Santa. Con tal motivo, y dentro del nombrado como ‘Año Jubilar de la Esperanza’, las tres parroquias y las Hermandades y Cofradías de Pasión y Gloria de la ciudad organizaron el pasado viernes un Viacrucis ecuménico. El Cristo de la Esperanza, escultura que se encuentra en el lateral del Altar Mayor de la Iglesia de San Gabriel, fue el protagonista tras decenas de años sin salir a la calle.
Decenas de lojeños participaron de la manifestación religiosa por el centro de la ciudad. Las 14 estaciones fueron leídas por representantes de las Hermandades y Cofradías y el trono, se adaptó el que utiliza la Santa Vera Cruz de la Real Cofradía del Jueves Santo, fue portado por algunos de sus horquilleros. Se contó con el acompañamiento musical de un trío de capilla de la Banda de Música de Loja.
El Papa Francisco destaca que durante el Jubileo somos llamados al Sacramento de la Reconciliación, y en última instancia a la Indulgencia, por medio de los instrumentos que nos marca la Iglesia, para celebrar con fe que la santidad de Dios nos transforma y mueve el mundo. Así, el Sumo Pontífice invita a todos los creyentes a que nuestro mundo y nuestra realidad sea “fermento de auténtica esperanza, presagio de cielos nuevos y de una tierra nueva donde los hombres y las mujeres habiten en justicia y armonía, en la espera gozosa del cumplimiento de las promesas del Señor”.
El recorrido se desarrolló en poco más de una hora y media con subida a la carrera de San Agustín por calle Sin Casas, Las Tiendas y regreso por la cuesta Campos. Todo aquel que lo quiso puso portar sobre sus hombros al Crucificado. Los párrocos del municipio acompañaron y participaron de la celebración. Es el primer acto cofrade dentro de una agenda que no parará durante este periodo que marca el camino hacia el Viernes de Dolores.
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