La programación veraniega de las áreas de Cultura y de Juventud/Fiestas ha tenido un buen comienzo con la celebración de la Noche Velada, una cita que trata de iluminar con el peculiar alumbrado de la ciudad todo un periodo de actuaciones hasta la llegada de la Feria Grande.
En contra de lo que ha ocurrido en ediciones anteriores, que iba desde el CIC El Pósito hasta la Alcazaba, este año, la Noche Velada ha trazado sus senderos de luz entre el Palacio de Narváez y el Pósito, contando con dos escenarios desde los que introducirse en una velada singular.
En primer lugar, el patio de la asa palaciega acogía entre velas la actuación del dúo “Danza Mobile”. Danza contemporánea, sin adornos ni artificios, a través de los cuerpos de un hombre y una mujer recorriéndose, sorprendiéndose, comunicándose al compás de la música… Y un público que recibía el impulso de sus vibraciones emocionado y en silencio.
Dejándose llevar por el zig-zag titilante de las velas, el público se trasladó después hasta la plaza de Joaquín Costa, donde unas 400 personas disfrutaron de la propuesta denominada Yee Haw, que traía hasta Loja la compañía “La banda del otro”. Música, malabarismo, payasos… sucediéndose entre el bullicio colorista que inundaba los arcos renacentistas de El Pósito.
