El Museo de Anita Ávila, inmerso en una ampliación que podría ser una realidad en pocas semanas, sigue adelante con sus exposiciones otoñales. Dentro de su oferta temporal, ha presentado la exposición titulada ‘Serendipia’, un descubrimiento afortunado e inesperado de la lojeña Carolina Rosúa. Se trata de una colección de miles de sacapuntas y gomas de diferentes lugares del mundo y que reflejan una representación clara de estos objetos desde la década de los 40 hasta la actualidad.
La muestra, que se mantendrá en el museo hasta fechas navideñas, llena de color el patio central de este espacio cultural. Rosúa cuenta con sacapuntas de diferentes temáticas y estilos, desde aquellos con forma de comida, deportes o dibujos animados, hasta los más desconocidos procedentes de países orientales y originales de diferentes empresas o marcas. Aquellos que decidan acudir a la exposición, y ya tengan una edad, podrán viajar a recuerdos de la infancia a través de estos materiales usados en el día a día.
La propia Ana Ávila ha reconocido la valía de esta exposición que cree es muy original y llama la atención del público. La polifacética lojeña agradece a Rosúa su implicación y admira su capacidad para conseguir que personas de todo el mundo les facilite la recopilación de estas joyas en miniatura. “Espero que muchos lojeños acudan a ver una exposición que es para toda la familia”, ha deseado Ávila que insiste en que las puertas de su museo están abiertas para todos los que deseen disfrutar de él.
Rosúa reconoce que lleva toda la vida llevando a cabo esta colección, desde la década de los 80, y recuerda cómo fue su madre la que le regaló su primer sacapuntas. “Fue de ella de donde surge esta pasión que hoy tengo, por lo que le quiero dedicar esta exposición”, afirma la coleccionista que reconoce que desde entonces recopila sacapuntas y gomas de todo el mundo y cualquier época. En cuanto a la exposición, cree que cuanto poco es muy original ya que piensa que no hay antecedentes de exposición de sacapuntas en todo el país, sí los hay de gomas.
Entre los objetos que más destaca, se cuenta un sacapuntas de la década de los 40, una especie de máquina con diferentes orificios para ‘pelar’ lápices de diferentes tamaños. También cuenta con materiales procedentes de Japón y otros con formas de productos alimenticios de la época de los 80 y 90 como Cola Cao, Fanta o botes de leche, entre otros. “Todos los objetos son únicos ya que todos cuentan con una historia detrás de ellos”, comenta Rosúa que reconoce que son regalos de amigos y familiares que apoyan su pasión por este tipo de colección.
El Museo de Anita Ávila está abierto de lunes a sábados en horario de mañanas de 11 a 13 horas y de lunes a viernes en horario de tardes de 17:30 a 19:30 horas.