Desde su inicio, hace ahora tres años, la Abades Stone Race está pensada como un proyecto solidario sin ánimo de lucro, para apoyar en la medida de sus posibilidades a asociaciones que hacen una gran labor en distintos ámbitos de nuestra sociedad y que palian las terribles desigualdades que esta sufre.
Según explican los miembros del club organizador, Mala Cara Runing, “aprovechando la generosidad del pueblo de Loja, de sus patrocinadores y de los propios participantes del evento, queremos desde la organización que este evento sirva cada año de ayuda a proyectos solidarios que se involucren en el ámbito personal o deportivo”.
Bajo esa premisa, afirman, la Abades Stone Race “es mucho más que una prueba trail running. Es una muestra de cómo valores del deporte como el esfuerzo, la superación, la amistad, pueden transformarse en ayuda a los más desfavorecidos, y hacernos conscientes de la importancia de la generosidad en cualquier ámbito de la vida. Desde el punto de vista del corredor, experimentaréis cómo los muchos kilómetros recorridos y las historias personales se entrelazan compartiendo caminos, ánimos y vivencias, y crean grupos sólidos que comparten algo más que su pasión por este deporte, también la recompensa del fruto de su solidaridad”, aseguran en su página informativa.
Tras dos ediciones disputadas, organizaciones de la talla de ALODAM (Asociación Lojeña de Ayuda al Minusválido), Cruz Roja en su campaña de Navidad “Un niño, un juguete” o Banco de Alimentos de Granada en su delegación del Poniente, han disfrutado de la solidaridad y los valores del deporte, recibiendo el dinero recaudado por la prueba. En la primera edición de la Abades Stone Race, en 2014, se logró recaudar un total de 3.200 € que fueron íntegros a la asociación lojeña ALODAM, mientras que en la segunda edición se llegó a un total de 4.000 € que fueron repartidos a partes iguales a Cruz Roja y al Banco de Alimentos.
En esta tercera edición los fondos obtenidos se destinan a la Asociación de Enfemos Neuromusculares de Granada (ASEMGRA) y otras causas sociales.
El día álgido de esta prueba deportiva, el pasado 6 de noviembre, una nutrida representación de este colectivo se dio cita en el pabellón de usos múltiples Alfeia, quienes acompañados de familiares pudieron testimoniar la viveza de la Abades Stone Race y pudieron vivir en primera persona el éxito de esta tercera convocatoria. Desde el stand instalado en el pabellón informaron a los ciudadanos de sus objetivos y sus necesidades.
Uno de los jóvenes afectados por esta enfermedad es el alhameño José Manuel Jiménez Vega, que sufre una atrofia muscular de Duchenne. Con 17 años de edad cursa segundo de bachillerato en el instituto de su pueblo, pero esta jornada fue muy especial para él, porque acompañado de su madre y tías, así como su monitora en la piscina cubierta de Huétor Tájar, pudo sentir el aprecio y la consideración de corredores, organización y prensa.