Desde el pasado lunes se encuentran alojados en Irlanda un grupo de jóvenes, en su mayoría lojeños, para realizar un curso de inmersión lingüística de la mano de Animaeduca. Concretamente se encuentran en Dublín, alojándose en casas de familias nativas, donde conocen la comida típica y tradicional, costumbres y se adaptan a sus horarios, además de manejarse en el día con el inglés en situaciones reales y adaptándose también a sus horarios.
Como destaca desde Animaeduca su máximo responsable, Samuel Écija “se trata de un curso de siete días en un país anglosajón, de habla inglesa, y el objetivo es hacer una inmersión de lleno en el país, en su cultura, la gastronomía y el habla de la zona”. Como añade “no estamos de hotel, sino con familias, así que no solo es un curso de inglés, sino que hacemos muchas actividades durante la semana”.
Andrés Romero, compañero de Samuel, quien también acompaña a los jóvenes en esta experiencia, cuenta que “es un curso que consiste en una colaboración entre una empresa española, en este caso Animaeduca, y la empresa de lengua extranjera, dedicada al aprendizaje del inglés en Dublín con diferentes cursos, entre ellos el que estamos llevando a cabo esta semana”.
Las familias ofrecen un régimen de pensión completa a los alumnos españoles, que desayunan y cenan en casa y reciben un picnic para el almuerzo para que puedan comer antes de la actividad que tienen por la tarde después de las clases, que son por la mañana.
Como añade Andrés “esta estancia les permite un uso del inglés en situaciones reales, ya que las familias dan conversación a los alumnos, de tal forma que se manejan en el inglés en todo momento, a lo que suman las clases”.
Así, por la mañana, en horario de 9 a 13 horas, se desarrollan las clases, las cuales “se dividen en niveles respecto a B1, B2 y C1 –comenta Écija- y nuestros chicos la verdad es que tienen un buen nivel de inglés, así que pueden desarrollarse en todas las áreas durante las clases, escuchando, hablando, leyendo y escribiendo con el idioma y las clases son bastante dinámicas y se hacen en situaciones reales, pues los profesores procuran enseñar todo lo posible para que su estancia aquí sea lo más aprovechable posible”.
Ya por las tardes hay diferentes actividades todos los días. “El primer día hicimos un tour en Dublín, el día siguiente estuvimos en el parque más grande de Europa, donde hicimos una ruta en bicicleta, después hemos estado en un castillo, hemos hecho también una jornada de ocio recreativo, con bolera, láser tag y un arcade y tenemos previsto en estos próximos días hacer un paseo en barco, visitar un jardín botánico y el último día iremos a un pueblo en la montaña, que tiene un lago espectacular. Todo ello lo complementamos con otras actividades que les planteamos nosotros”.
Destaca Samuel Écija que “los niños que han venido con nosotros son geniales, muy responsables e implicados en el curso. Tienen la oportunidad de conocer personas de otras partes de España y del resto del mundo y es lo más gratificante del viaje, ya que hacen amistades mientras aprenden el idioma”.
Andrés Romero y Samuel Écija les acompañan durante esta experiencia, estando disponibles 24 horas desde que salen de España hasta que vuelven. Ya el año pasado la inmersión se llevó a cabo en Inglaterra, muy cerca de Londres, mientras que este año se ha dado un paso más con una ciudad grande como es Dublín. De hecho, muchos de los jóvenes que están participando en esta inmersión lingüística, repiten del pasado año, a los que se han sumado otros jóvenes.