Durante este pasado mes de febrero Loja ha disfrutado de su carnaval, una expresión cultural muy arraigada en nuestra ciudad. Un carnaval que ha encontrado este año un cómplice en los colegios. Este año, no solo se ha realizado un pasacalles infantil, sino que además se han preparado chirigotas muy trabajadas, sembrando en estos niños y niñas la pasión por esta fiesta divertida y crítica.
Y el carnaval acaba, dando el testigo a la Cuaresma, periodo en el que las hermandades terminan sus preparativos para poder procesionar sus pasos de la mejor manera y con la mayor devoción. Una semana grande para nuestra ciudad, en la que Loja recibe a muchos visitantes, turistas y lojeños “exiliados”, que aprovechan esos días para volver a pasear por nuestras calles.
Y mientras nos hemos divertido con el carnaval y nos preparamos para la Semana Santa, Loja no avanza. Se nos habla de un proyecto de ciudad que algunos no acabamos de ver, ni de entender, como no entendemos que se inauguren unas nuevas instalaciones deportivas, el estadio San Francisco, y no esté terminada, tal y como se había prometido, Y cuando se les exigen los vestuarios, aparece el concepto “segunda fase” desconocido hasta ese momento.
“No entendemos que se inaugure una nueva terminal de autobuses y siga cerrada, y a ese día se le considere histórico. Y la verdad que fue digno de pasar a la historia, se inaugura para seguir cerrado”
“Tampoco entendemos que la sanidad esté tan mal y desde el equipo de gobierno no veamos el más mínimo movimiento para reivindicar que los lojeños tengamos unos servicios adecuados y que las listas de espera se reduzcan”.
Como tampoco, entendemos que se inaugure una nueva terminal de autobuses y siga cerrada. Y a ese día se le considere histórico. Y la verdad es que fue digno de pasar a la historia, se inaugura para seguir cerrado.
O tampoco entendemos como un proyecto tan importante para Loja, como la ronda del Cerro, sea presentado sin acera por su lado este.Al final, todo se hace, nos responde el alcalde, al que el no cumplir los plazos parece que no le importa mucho.
Como tampoco entendemos que la sanidad esté tan mal y desde nuestro equipo de gobierno no veamos el más mínimo movimiento para reivindicar que los lojeños y lojeñas tengamos unos servicios sanitarios adecuados, que las listas de espera se reduzcan, que se nos hagan las pruebas diagnósticas en tiempo y, en definitiva, que nuestra salud no dependa de nuestro potencial económico.
A lo mejor, en la Sanidad como en el resto de las actuaciones del ayuntamiento, el alcalde tampoco considera tan importante que se nos atienda en el menor tiempo posible.