Se llama macero a un funcionario español que encabeza las comitivas municipales o de otras corporaciones luciendo un tabardo, uniforme de antiguo origen y llevando en su mano una maza.
El Ayuntamiento de Loja contaba hasta los años 70 con los dos maceros a los que tenía derecho en base a su distinción como excelentísima y muy noble y muy leal ciudad. Pero la jubilación de los dos funcionarios que encarnaban esa figura simbólica del poder acabó con tal honor y desde entonces ni el día de la patrona, la Virgen de la Caridad durante la Feria Grande, ni el desfile procesional del Viernes Santo por la noche, ni el del Corpus volvieron a lucir esta antigua representación. Hasta que hace dos años, el cronista oficial de la ciudad José Arenas, que consiguió despertar el deseo de recuperar este símbolo entre la corporación municipal, alentó la petición al Ayuntamiento de Granada de dos trajes correspondientes a tal distinción.
El regidor granadino accedió a la solicitud lojeña y aunque, según aclara Arenas, no envió los correspondientes a tal dignidad, sino los de unos pajes, lo cierto es que tales personajes volvieron a lucir en el desfile procesional de la Patrona lojeña.
Y ahora, tras una pormenorizada tarea de búsqueda documental, elaboración del patrón y la confección de los trajes, Loja podrá contar de nuevo con estos dos personajes de ropa encarnada y maza de plata.
La presencia del macero en determinadas solemnidades y comitivas municipales es una tradición antigua que simboliza el poder de la autoridad. Antiguamente antecedían los desfiles de los reyes pero posteriormente se extendió a otras instituciones bien por delegación real, bien por representación propia, como los ayuntamientos. Luego, se extendió a otras corporaciones como figura representativa de su autoridad y han llegado a nuestros días en muchos pueblos y ciudades de España. Actualmente hay maceros, entre otras instituciones, en el Congreso de los Diputados.
La maza que portan como símbolo en su día posiblemente constituyó un arma defensiva, como ya utilizaban los caballeros en sus aparejos en la Edad Media. El uniforme de macero está compuesto por un tabardo, muy parecido a una dalmática, gorra de terciopelo con pluma y maza de plata. En España, está documentada la presencia de maceros en las Juntas Generales de Guipúzcoa desde el añO 1622.
Primeras referencias históricas
En Loja, las primeras referencias de su existencia se remontan al siglo XVII, según informó José Arenas en el acto de presentación que tuvo lugar ayer de mañana (24 de agosto de 2015) en el salón más noble del Palacio de Narváez, el salón de plenos, en el que reside el poder municipal dimanado de la elección del pueblo.
En la presentación social de esta figura estaban presentes el alcalde, Joaquín Camacho, el concejal de Cultura, José Antonio Gómez, la concejal de Bienestar Social, Matilde Ortiz y, como no, la modista que ha elaborado el patrón y ha confeccionado tan ricas vestiduras, Mari Carmen Luna.
José Arenas afirmaba que era un día feliz para Loja, por cuanto se recupera una figura que forma parte del patrimonio histórico del municipio, además de suponer, según indicó, el mantenimiento de una tradición que da carácter a la identidad de un pueblo.
Por su parte, Matilde Ortiz, concejal de Cultura cuando se suscitó la recuperación de este elemento hace unos años, comentó el proceso que se ha seguido desde entonces hasta ahora, y felicitó por ello a José Arenas y a la modista Maricarmen Luna.
El actual concejal de Cultura, José Antonio Gómez, adelantó que ya el próximo 31 de agosto, el desfile procesional de la Virgen de la Caridad contará con los dos maceros y se alegró de que eso fuera posible.
Más adelante, el alcalde Joaquín Camacho aseguró que ese día se recuperará parte de la historia de Loja, añadiendo que no es bueno que se pierdan los símbolos del pasado local aunque, eso sí, ya sólo con un valor simbólico.
En ese contexto, Camacho se refirió a las últimas adquisiciones que se han producido en el apartado patrimonial, gracias en ambos casos al trabajo desarrollado por el cronista oficial en ese sentido. En primer lugar la cesión del archivo del anterior cronista lojeño, Rafael del Rosal por sus herederos al Archivo Histórico Municipal, y más recientemente un cuadro del senador José Garzón Pérez y un cubierto del político coetáneo de Ramón María Narvaez, Carlos Marfori.
El alcalde informó de que en 2014 se produjo la restauración de la antiguas mazas de plata que se exhiben en el Museo de la Alcazaba.
Por último, Mari Carmen Luna expuso que le había supuesto un gran trabajo la confección de estos trajes, con la dificultad añadida de que su única referencia era una fotocopia de una antigua fotografía. Hubo un par de intentos fallidos ya al unir las piezas y pegar las puntadas, pero finalmente, tras dos duras semanas de intenso trabajo, se consiguió el resultado que ahora podrá observarse por las calles de Loja.