El próximo 10 de enero, el baile de mayores retomará su actividad tras el parón de Navidad. Se trata de una iniciativa de la Concejalía de Bienestar Social que ya se ha asentado y que cuenta con gran participación entre el colectivo de más edad del municipio. En un amplio salón del Casino de Loja, se reúnen dos horas cada viernes unos 50 mayores para poder dar rienda suelta a sus caderas al ritmo de la música.
La actividad lleva unos seis años desarrollándose gracias al trabajo de Víctor Huertas, que con su piano pone ritmo a cada sesión. Precisamente acaba de renovar con el Ayuntamiento de Loja el convenio de esta actividad, por lo que podrá desempeñarla otros dos años más como mínimo.
Huertas dio las gracias a todas las personas que acuden al baile semanal, una actividad, dijo, “en la que se llega a crear un grado de complicidad muy grande entre todos”. El proyecto, recordó, nació “muy tímidamente, en principio pensado para unos meses, y ya lleva seis años”.
La actividad, según la concejal de Bienestar Social, ya es “todo un referente” para los mayores. Matilde Ortiz se mostró satisfecha por esta iniciativa que consigue que estas personas “salgan de su casa y vivan momentos de amistad con sus compañeros de baile”.
En similares términos se pronunció el alcalde Joaquín Camacho, quien destacó que es una de las actividades que forman parte del envejecimiento activo para los mayores. El regidor adelantó que, en 2020, la subvención de la Junta para las actividades del colectivo de la tercera edad será “el doble” del año anterior, fruto, dijo, “de que se ha hecho un buen trabajo y que los proyectos presentados son referentes a nivel provincial”. Además, el presupuesto municipal del año que viene cuenta con 200.000 euros para las actividades de los centros de participación activa.
El baile de mayores, que se desarrolla todos los viernes de 20 a 22 horas, cuenta con la presencia de en torno a 50 personas en cada una de sus sesiones, con picos de hasta 100 en algunos casos. En verano, la actividad se desarrolla en la plaza de la Victoria. Acuden, sobre todo, mayores del casco urbano, pero también de las pedanías y pueblos aledaños.