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viernes, 27 de diciembre de 2024

El hilado de lana a partir de la oveja lojeña proporciona nuevos seguidores de un oficio casi extinguido en la zona de Loja

La inglesa Sian Huertas, ha recuperado la tradición y hace visible la calidad y el confort de las prendas que produce

El oficio artesanal de transformar la lana de oveja en prendas de abrigo, casi desaparecido en las zonas rurales, comienza a recuperar el protagonismo de antaño de la mano de jóvenes que con la rueca de la hiladora inglesa Sian Huertas recorren municipios de Granada y Málaga con demostraciones en vivo.

El hilado artesanal de lana de oveja ha despertado la curiosidad de muchos jóvenes por recuperar esta tradición ya en desuso.

Las demostraciones en vivo y talleres que la artesana Sian Huertas, afincada en Villanueva del Trabuco (Málaga), organiza en plena naturaleza, están animando a cada vez más personas a participar de esta técnica respetuosa con la naturaleza y arraigada en los pequeños pueblos de tradición ganadera.

Huertas, que se dedica al hilado y tinte de prendas a partir de productos naturales, ha encontrado en la lana de la oveja lojeña una oportunidad para aprovechar este recurso de una forma sostenible.

“La lana no necesita tantos lavados como el resto de fibras textiles y, por tanto, consume menos agua”, ha explicado tras su regreso de Fitur, donde formó parte de la delegación lojeña que promocionaba los recursos turísticos de Loja.

Esta artesana asesora a sus alumnos en el tipo de lana que se necesita dependiendo de la prenda a tejer: “No es lo mismo hilar lana para una alfombra que para la ropa de un bebé”, apunta.

Además, les enseña a lavar la lana, cardarla y confeccionar diferentes prendas de abrigo.

Los jóvenes y mujeres universitarias que participan en los talleres de hilado de lana explican que “además de recuperar una tradición sostenible a partir del uso de lana autóctona que es de gran calidad, el hilado en rueca es muy relajante y sirve de terapia ante el estrés diario”.

La rueca casi siempre ha estado presente en la vida de Sian, que aprendió a utilizarla hace ya 16 años en el sur de Inglaterra, donde abunda la variedad de razas de ganado.

“La lana de esta zona es muy parecida a la de la oveja merina”, observa Sian, quien destaca de ésta su suavidad, si bien la hebra es un poco más corta que el resto.

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