Los españoles somos muy dados a pontificar sobre los diversos temas que nos encontramos a lo largo de nuestra existencia. Unas veces con más y otras con menos razón, lo cierto es que casi todos somos expertos en casi todo.
Y si hay algo en lo que más se tiene la certeza de ser un “crack” es en fútbol y en la programación de las ferias y fiestas de los pueblos y ciudades. Por eso, ser concejal de Fiestas es una tarea ardua y complicada que casi nunca contenta a la mayoría y que casi siempre recibe críticas.
En ese contexto, José Manuel Sánchez, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Loja, ¿que hace un señor como usted en un sitio como este?
“Lo primero es que se necesita mucha responsabilidad, compromiso, ilusión y ganas de trabajar por una ciudad como la nuestra, que cada día que pasa exige mas. En segundo lugar porque soy consciente de mi capacidad para responder a las exigencias de los ciudadanos de Loja en el área que represento”.
P.- Esta es la cuarta Feria Grande a la que se enfrenta como máximo responsable en su organización directa, ¿cómo se ve, mirando hacia atrás, y como se ve actualmente?
Mirando hacia atrás me veo mas maduro y conocedor de los pros y los contras de la organización de este tipo de eventos. Y actualmente con la ilusión y las ganas renovadas y dispuesto para seguir trabajando en nuestra feria o en cualquier evento que se nos requiera.
P.- ¿Cuánto ha aprendido en toda esta etapa y cuánto, cree, ha sido capaz de transmitir a sus convecinos en materia festiva?.
Aprender se aprende muchísimo de todos: técnicos, feriantes, comerciales, managers… pues aunque se vea desde fuera fácil, este mundo es muy complejo y son muchas horas de negociaciones, de idas y venidas, viajes… y con mis convecinos el recuperar, con cabeza, la grandeza de esos años atrás, donde los lojeños se sentían orgullosos de su feria grande.
P.- ¿Qué es lo mejor que está obteniendo de las muchas peripecias que vive en el día a día en relación con los vecinos, habida cuenta de que usted, además es concejal de Juventud?
De todos se aprende algo, de los jóvenes las tendencias actuales, pues son los mas puestos en materia de música, de los mayores el sabor añejo de grandeza de nuestra feria, pues muchas de esas acciones que se hacían poco a poco se pueden volver a poner en práctica. Y de los mas nanos, la energía para seguir programando con ilusión las fiestas de nuestra ciudad.
P.- Una Feria Grande como la de este año dura ocho días, más las actividades no incluidas en los días feriados. A esto le pasa como a los ninots, que se disfrutan en casi un instante, y han requerido meses de preparación. ¿Cómo y desde cuándo en el caso de Loja?
Desde el último día de feria. Descansamos unos pocos días después del 31 de agosto y se empieza de nuevo con todo. Ver fallos, aciertos, desarrollo de las cosas e intentar desde ese día mirar calendarios, fechas… y empezar a programar.
P.-Sacrificios económicos, precios, cachés de artistas… ¿se justifican los gastos con el disfrute que proporcionan?
Por supuesto, pero siempre con las miras de intentar hacerlo mejor y traer lo mejor para la ciudad, pero con cabeza y conocedores en cada instante de todas nuestras posibilidades.
P.- Seguramente habrá otras formas de organizar unos festejos como estos, pero ¿cree que la población comprendería más economía, cuando tanto se piden actuaciones de relumbrón, y destinar la diferencia a otras labores municipales?
Difícil pregunta, y por supuesto difícil contestación. Actuaciones de relumbrón que engrandecen una feria deben de existir y eso, como se sabe, tiene un gran coste para las arcas de cualquier ayuntamiento. Luego podemos analizar cómo amortizar dicha inversión y qué se hace con esa amortización, aunque le digo que va destinado a las arcas de nuestro ayuntamiento y posteriormente poder realizar otro tipo de inversiones, obras, etcétera, que es lo que nos marca la ley.
P.- Puesto que los ciudadanos de a pie no suelen tener experiencia al respecto, ¿qué es lo más difícil y lo más fácil de organizar?
Lo mas difícil es adaptarse a los tiempos y a las nuevas exigencias tanto administrativas como exigencias de programación. Y lo mas fácil creo que no existe, pues aunque uno piense que tal cosa va a ser fácil, luego resulta lo mas complicado. Así que siempre es preferible pensar que todo es difícil y no llevarse ninguna sorpresa.
P.- ¿Qué destacaría de la programación de este año?
La calidad de las actuaciones musicales es lo mas comentado ciertamente entre la población, pero no sólo están esas actuaciones, lo mas bonito de nuestra programación es la riqueza de actividades para todos los públicos. Hay para mayores, para niños, para jóvenes y no tan jóvenes… yo creo que es esa riqueza la que destacaría por encima de todo.
P.- Pensando en el futuro, ¿qué retos y metas cree que debería marcarse el nuevo responsable, sea usted o no, para mejorar aún más nuestra Feria Grande?
Saber adaptarse a las exigencias que cada año los ciudadanos ponen sobre la mesa. Pero sobre todo seguir enriqueciendo en contenido la programación. Una feria no solo son las actuaciones musicales, también es cultura, actividades para niños, tradiciones y por supuesto es sentarse con los feriantes, caseteros, la seguridad, trabajar con las miras de tener un ferial distinto al actual y que tendrá mas facilidades para desarrollar programaciones ricas en contenido y del agrado de todos.
P.- Por último, ¿cuál sería su mensaje a los lojeños y visitantes ante esta Feria Grande que ya tenemos aquí un año más?
Siempre lo digo y creo que es lo mas acertado: salgan y disfruten de su Feria Grande, con su familia, amigos, vecinos, visitantes, con todos y hacerla aun mas GRANDE. Y por último agradecer su trabajo a todos los que hacen realidad estas fiestas de nuestra ciudad: técnicos y funcionarios del ayuntamiento, cuerpos de seguridad, empresas colaboradoras y sobre todo a los ciudadanos por darme y darnos otro año mas de ilusión y grandeza en Loja.