Desde el Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Loja aún no se ha tomado una decisión en relación a la celebración o no de la Feria Grande del municipio. El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, fue tajante al asegurar que en el caso de no poder garantizar la seguridad sanitaria de los lojeños y visitantes, la actividad no se celebrará. Haría caso así a la recomendación de la Junta de Andalucía de no celebrar fiestas y romerías en este verano en toda la comunidad autónoma.
La pasada semana llegó al Ayuntamiento la circular del Gobierno andaluz en el que se remite a un decreto de 2007 en que reclama una serie de requisitos al organizador de fiestas. Entre ellos se encuentra la obligación de garantizar la seguridad sanitaria de los participantes en los festejos, algo que en estas circunstancias estaría difícil de poderse cumplir.
En ese sentido, Camacho se preguntaba cómo se pude controlar el aforo en un recinto ferial, cómo controlar la distancia social en una caseta o cómo se desinfectan los columpios cada vez que se sube un niño. El regidor enfatizó en que desde su Equipo de Gobierno tienen claro que irán abriendo servicios de forma gradual siempre que se tengan garantizadas las medidas de seguridad sanitaria. Como ejemplo puso la apertura de la piscina municipal, siempre con las medidas de restricción necesarias.
Camacho afirmó que son los primeros que quieren que haya actividad pero que sin capacidad técnica para garantizar esa seguridad no se llevará a cabo. “La salud está por encima de una feria”, aseguró el regidor insistiendo en que la decisión no está tomada. La intención es llevar la propuesta de suspensión o no de la feria al pleno de julio para que se vote entre todos los corporativos.
