Buena tarde de toros la que se pudo vivir este domingo en Loja con motivo de la Feria Grande. Con casi tres cuartos en la plaza portátil instalada en el campo de fútbol San Francisco, los aficionados pudieron disfrutar de casi tres horas de espectáculo. Un año más y, como principal reclamo, la presencia del rejoneador lojeño José Velasco. Junto a él el afamado matador de toros Julio Benítez ‘El Cordobés’ y el novillero Antonio Ganivet, a quienes se sumó a última hora un jovencísimo Manolo Vázquez, con apenas 16 años de edad, que cerró la tarde.
Con novillos de las ganaderías de Amparo Valdemoro de Vilches (Jaén) y Montes de Oca de Olvera (Cádiz) los lojeños acudieron dispuestos a disfrutar de una buena tarde con el festival taurino mixto preparado para los buenos aficionados a los toros.
Abrió la tarde el lojeño, que se lució con los rejones y las banderillas largas y cortas. Menos suerte con el rejón de muerte, que remató a pie, lo que le valió la ovación del público y dos orejas por parte de la presidencia.
El segundo de la tarde fue para Julio Benítez. ‘El Cordobés’ también completó una buena faena con su primero, luciéndose y levantando al público cada vez que se puso de rodillas ante el toro. Completó su gran actuación con un buen hacer también a la hora de matar, valiéndole las dos orejas y el rabo.
Llegó, a continuación, el turno para Antonio Ganivet. También cumplió en el toreo, aunque con menos lucimiento. Aun así, dejó una buena actuación que completó a la hora de matar en su segundo intento, mereciendo las dos orejas.
Tras la buena sensación en su primer novillo, el lojeño José Velasco volvió a escena para gozo de sus seguidores y de los centenares de lojeños que, un año más, habían acudido deseosos de ver lucirse al rejoneador de Loja en este bello y difícil arte. Otra vez estuvo sobrio en los rejones y las banderillas, debiendo rematar a la hora de matar a pie. Fue lo único que le impidió haber podido completar su actuación con el triple trofeo. Al final, de nuevo las dos orejas para el rejoneador lojeño.
Para el quinto novillo de la tarde, de nuevo en escena Julio Benítez. Tras la gran actuación de su primero, ‘ ‘El Cordobés’ volvió a lucirse en otra faena espectacular, pero no tuvo la misma suerte al dar muerte. Quizás el hecho de que la visibilidad, a esas horas, se viera ya reducida por la llegada de la noche, fuera seguramente una circunstancia que influyera en esta suerte. A pesar de todo, su gran tarde en Loja fue premiada, de nuevo, con las dos orejas y el rabo.
Tras esta actuación, la organización sorprendió con un sexto novillo -el cartel había anunciado cinco-, que sería para un joven desconocido para la gran mayoría. Y es que hace apenas un año que tomó la alternativa. Se trata de Manuel Vázquez, hijo del apoderado y ganadero Manuel Vázquez Gago. Tiene apenas 16 años y es nieto del diestro fallecido Manolo Vázquez, que redondeó su larga trayectoria con su recordada y fulgurante reaparición de principios de los 80. Lo cierto es que sorprendieron sus formas y naturalidad. Manolo Vázquez desprendió torería y despertó ilusión en los aficionados. También pudo perjudicarle la menor visibilidad, lo que se confirmó también en la suerte de matar. Su ilusionante actuación fue premiada con las dos orejas.
Fue el cierre a una tarde que disfrutaron los aficionados y llena de premios para los protagonistas de un festival que dejó un buen sabor de boca en la plaza de toros de Loja.
