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martes, 24 de diciembre de 2024

La ‘soulería’ de Pitingo deja un buen sabor de boca entre los lojeños

El artista onubense se entrega en su actuación en el Medina Lauxa con su peculiar mezcla de flamenco y música negra

Aunque sin la repercusión mediática ni el seguimiento de David Bisbal 24 horas antes, en un concierto que será difícil de superar en ese sentido, la actuación de Antonio Manuel Álvarez Vélez, más conocido por el nombre artístico de Pitingo, dejó buenas sensaciones en Loja entre los varios centenares de seguidores que se acercaron al estadio Medina Lauxa para disfrutar de la tercera de las grandes actuaciones de la Feria Grande lojeña.

Posiblemente le perjudicó, a la hora de convocar y captar aficionados, el que la noche antes Bisbal rompiera con todos los registros y dejará las fuerzas un poco justas tras un concierto en el que se entregaron y lo dieron todo, obligando seguramente a sus incondicionales a recuperar fuerzas. El caso es que bien hubiera merecido algo más Pitingo, aunque, en honor a la verdad, hay que decir que el artista dejó un buen sabor de boca a su paso por Loja. 

Así que la ‘soulería’, el nombre con el que el propio Pitingo bautizó este arriesgado estilo musical, una fusión entre el género híbrido que cosía el brillo de Aretha Franklin con la potencia de Camarón; en definitiva, flamenco y música negra en una emulsión peculiar digna de ser escuchada. Un estilo y una mezcla con versiones muy creativas como su famoso single ‘Killing me softly with this song’ que le repercutió en un disco de oro y dobre de platino, además de más de 20.000 copias vendidas.  

De hecho, su trabajo ha sido constante hasta hoy con cuatro discos más y un quinto que nombró, el año pasado, ‘Mestizo y fronterizo’, donde interpreta, muy libremente, la canción Soul Man de Sam Moore con el mismo autor. 

Y es que, si hay algo que se puede decir de Pitingo, es que ha tenido la habilidad de dar a concer el soul a quienes no lo conocían y, al mismo tiempo, seguir amando el flamenco.

Una demostración de todo esto es lo que ofreció el artista en Loja, donde ofreció un repertorio de estos cinco trabajos y, especialmente, de su ‘Mestizo y fronterizo’. Además, aunque la asistencia de público estuvo por debajo de lo esperado, lo cierto es que entre quienes acudieron a conocer y disfrutar de su música, se pudo ver gente de todas las edades. La mejor afluencia de público permitió también colocar sillas en el propio terreno de juego. 

Acompañado por su equipo de músicos y su coro de Gospel, que le acompaña en su gira y que hizo también las delicias, Pitingo se marchó agradecido al pueblo de Loja y dispuesto a seguir defendiendo esa mezcla de estilos que, desde luego, no pasa inadvertida.

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