Cuando un barrio se encuentra con su Virgen es como si el tiempo no hubiera pasado. Es fácil retrotraerse a años atrás al ver balcones engalanados con colchas, colgaduras o adornos de flores de papel luciendo en las calles. Cualquier detalle era y es perfecto para honrar día tan especial en el Barrio del Puente. Era 16 de Julio, el día de la Virgen del Carmen, patrona de este barrio lojeño.
Los laureles a la Virgen, también patrona de los marineros, comenzaron días antes con la celebración de su tradicional novena. Ella preside sus cultos en el tabernáculo de la Iglesia de San Gabriel. Tras la última Santa Misa en su honor, y con puntualidad, la comitiva procesional, comandada por el reformado estandarte de la Hermandad, comenzó su recorrido. El escenario era perfecto. La bella fachada lateral del monumento del siglo XVI, atribuido a Diego de Siloé, unida al repique constante de campanas, dio solemnidad a la salida de la titular. Comenzaba así el caminar de los 18 horquilleros que portan a la Virgen del Carmen y que fueron de nuevo dirigidos por su póstor, Antonio Julio Pérez.
El cortejo contó con un buen número de feligreses que decidieron alumbrar. También se pudo ver a algunas mantillas de peina de color blanco que se encontraban justo delante de la Virgen. Reseñar que, aún sin ser una procesión oficial, contó con la presencia de la mayoría de los miembros del Equipo de Gobierno. El consiliario, Juan Carlos Moreno, acompañó a la imagen durante todo el recorrido.
Mucho público no se quiso perder durante todo su caminar el paso de la Virgen del Carmen y San Simón Stock. La Asociación Banda de Música de Loja fue la encargada de acompasar con sus sones el tránsito de la patrona del Barrio del Puente. No hubo parón en las marchas musicales que se sucedían unas tras otras.
Las altas temperaturas de la salida menguaron a placenteras al caer la noche. En esas, se vivió un momento especial al paso de la Virgen por la calle Montoya, engalanada con flores de papel, donde recibió una bonita lluvia de pétalos. El recogimiento fue puntual ya que antes de la medianoche la Virgen del Carmen se despedía con el buen hacer a costalero de sus horquilleros. Las últimas órdenes del póstor y la Marcha Real fueron seña final del día más especial del Barrio del Puente.