Las fiestas más longevas del municipio vuelven con todo su esplendor. El Barrio Alto recupera lo mejor de sus fiestas en honor al patrón, San Roque. Cuatro días de ocio y diversión para olvidar los dos años de parón obligado.
Había ganas de fiestas en el punto más alto de la ciudad. Hasta tres barras se montaron para la ocasión sumándose también los establecimientos de la zona y la Peña la Orza. Las Cofradía del Cristo de los Favores, la Peña Cruz y Cuarta y la propia barra de la Hermandad de San Roque, animaron las calles y plaza aledaña a la Iglesia de Santa Catalina.
Todo comenzó el sábado 13 de agosto con la celebración del quinto torneo de ajedrez del barrio, organizado por el Club Ibn al-Jatib de Loja. Se otorgó premios en el apartado infantil y adulto. Otro concurso, fue el de la elección de la reina de las fiestas. Las preguntas a las tres candidatas dirimió la designación de Miss San Roque, Miss Simpatía y Miss Elegancia.
No faltaron las largas verbenas con grupos como Dúo Fénix y Los Satélites. Se dio oportunidad al rap con Zona Oscura. También se contó con músicos del barrio como Lourdes Martín y Maribel Ramos, que regalaron lo mejor de su arte.
Las opciones para los más pequeños se sucedieron a lo largo de los días. Hubo fiesta de la espuma, colchonetas hinchables y deslizadores de agua. No podían faltar las cucañas de la Peña La Orza con la ruptura de pipos y carreras de sacos. Se demostró una vez más que con cualquier juego tradicional los pequeños siguen disfrutando.
Desde la Peña la Orza se estimó una participación de más de 60 pequeños. A cada uno se le obsequió con un cono de chucherías y hubo regalos para los ganadores y participantes. Tomás Barranco, presidente de esta peña, se mostraba alegre de conseguir tal participación e insistía en la apuesta por mantener las tradiciones de la ciudad.
La popular paella tuvo lugar el 15 de agosto. En esta ocasión la empresa La Churrería hecho una mano en su elaboración. Era el momento para hacer un balance de las fiestas. Tanto Manuel como José Martín, representantes de la comisión de fiestas, destacaban la participación de todos los vecinos y visitantes. En su opinión había ganas de fiestas y tanto los negocios como los que han montado barras se han volcado para que todo sea un éxito.
Todo quedaba pendiente de finalizarse con la procesión de San Roque. Tras dos años conformándose con la celebración de la misa en el exterior de la ermita, en esta ocasión el patrón lucía en su trono. Como novedad se decidió utilizar la vestimenta de horquilleros con ceñidor y detalles en verde.
La Banda de Tambores y Cornetas Flor Entre Espinas acompañó un año más al Santo que nos protege frente a las epidemias. Se contó con la participación de los Maceros, figura que refleja el poder del pueblo con sus vestimentas y mazas y que antecede a los miembros de la corporación municipal. Como ya hiciera en la Virgen del Carmen, el alcalde acudió a la cita.
El recorrido avanzó por las principales calles del barrio. Destacó su encuentro con la Iglesia de Santa Catalina que abrió sus puertas y tocó sus campanas. Era el punto culmen antes del retorno que finalizó con un encierro enfatizado con el estruendo de los cohetes. Fue el final de San Roque 2022 o el inicio del final del verano lojeño, según se quiera mirar.