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lunes, 23 de diciembre de 2024

Los pequeños lojeños acuden a la visita del Cartero Real en busca de sus mejores deseos

Decenas de familias acuden a la cita en una Plaza Joaquín Costa, repleta de diversión, gracias a la nueve artificial y a los juegos de la Asociación Amigos de la Guarde, la Banda de Música fue el preámbulo

La ilusión de los más pequeños es quizás el mayor tesoro de estas fiestas por lo que las actividades para ellos son siempre sinónimo de éxito. Fue el caso de la visita del Cartero Real a Loja la mañana del pasado sábado. Decenas de familias acudieron a la cita con la esperanza de ver los árboles llenos de regalos en la mañana del 6 de enero. 

Mientras los mayores buscamos no perder parte de esa ilusión, los pequeños la expresan por doquier con cada detalle. Vestidos con sus mejores galas, los menores lojeños acudieron con sus cartas a una Plaza Joaquín Costa engalanada para la ocasión. El gigante muñeco de nieve daba la bienvenida a todos, quizás presagiando la nevada que posteriormente caería. 

Todo comenzó bien temprano, poco después de las 10 horas, con el tradicional concierto de Navidad de la Banda de Música de Loja. Su nuevo director, Francisco Fernández, animaba al público a participar de los villancicos que iban a interpretar. Se pudo disfrutar de un repertorio cásico de la mejor música navideña de todos los tiempos. 

Tras ello, todo quedo preparado para la llegada del emisario de SS.MM. Un humilde trono y el Buzón Mágico se colocaron bajo las columnas del CIC El Pósito, dando cobijo a tan ilustre visitante. Una pequeña alfombra daba paso a los pequeños hasta el Cartero Real, quién les daba unas últimas recomendaciones antes de la esperada noche del 5 de diciembre. “Portarse bien y hacer caso a los mayores”, fue el consejo que más repitió. 

Aunque la mayor parte de los pequeños acudían con coloridas cartas realizados por ellos mismos, algunos las hacían allí en el mismo momento. Las ideas estaban claras y las peticiones a SS.MM. e incluso a Papá Noel, eran de sobra conocidas por toda la familia. Ropa y juguetes, se repetía entre los deseos más destacados. 

Una larga cola se formó para poder llegar hasta el punto donde se encontraba el emisario Real. De hecho la acción duró más de dos horas. Para amenizar el camino se contó con nieve artificial, algo que hizo las delicias de los pequeños que bailaban bajó la caída de espuma blanca. También se contó con la animación de la Asociación Amigos de la Guarde que acudieron con algunos de sus más afamados personajes animados. 

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