La atracción hinchable se instaló en torno a las 11:00 horas
en calle Tamayo aprovechando el desnivel natural de esta calle y su longitud.
El tobogán de varios metros de largo hizo las delicias de
todos aquellos pequeños que quisieron refrescarse, ya sea en bañador o en ropa
de calle, incluso algún que otro padre se animó a vivir la experiencia de
tirarse por el tobogán con sus hijos.
Para deslizarse por el tobogán los pequeños usaban roscos
hinchables que se iban intercambiando con alguien de la cola al finalizar el
paseo por el tobogán. Entorno a las 11:30 horas ya había más de una centena de niños
haciendo cola para usar el tobogán u observando el evento.
Para animar más la mañana infantil, se añadió espuma a la
atracción acuática y se puso música actual.
Este inflable fue disfrutado por todo aquel que quiso palíar
el calor de la mañana del 30 de agosto cuya temperatura oscilaba los 34ºC en
nuestro municipio.