Loja dormirá orgullosa de ver de nuevo la ilusión de sus pequeños tras un año muy complicado. No era fácil la apuesta por celebrar la llegada de SS.MM. los Reyes Magos de oriente en mitad de una pandemia que insiste en quedarse en nuestras vidas. El Ayuntamiento confió en la responsabilidad de los vecinos para que decidieran la hora en la que iban a visitar a sus majestades y la respuesta fue muy positiva. El público se dosificó a lo largo de todo el día y se logró cumplir con todas las medidas de seguridad pertinentes.
Melchor, Gaspar y Baltasar deberán de estar agotados tras dos días en Loja, y eso que aún le queda toda la noche por delante. Si el primer día visitaron las residencias y el patronato, hoy han trabajado toda la jornada en turno de mañana y tarde. El Pabellón Miguel Ángel Peña ha sido el escenario de la obligada cabalgata estática de este año. Al margen de ello estuvo repleta de ilusión y no falto la alegría en ningún momento.
Con goteo constante de familias, que se intensificó principalmente en las primeras horas de la tarde, la comitiva Real recibió a los lojeños con todo su esplendor desde la zona de aparcamientos. Con mucha señalítica para respetar la distancia y los itinerarios, los asistentes comenzaban a llenarse del ambiente navideño con la Asociación Amigos de la Guarde, que posibilitó la llegada de La Patrulla Canina. Bailes y música no faltó antes de entrar al recinto deportivo.
Tras la toma de temperatura y el uso de gel hidroalcohólico, los vecinos lojeños accedían al pabellón. Allí les esperaban pajes acróbatas, zancudos y una animada charanga. También participó la Banda de Tambores y Cornetas ‘Flor Entre Espinas’ que con su percusión animó la tarde. Reseñar que los peques más rezagados disponían de un Buzón Real. Tras ello llegaba el momento más esperado. En sus tronos, los tres Reyes Magos recibían con ilusión a pequeños y mayores. Como otra medida de seguridad se contó con una empresa lojeña de desinfección y limpieza de las zonas comunes.
Era el momento de las últimas peticiones al Rey favorito y como no de fotos, muchas fotos. No hay mal que por bien no venga y este año la no cabalgata posibilitó que padres, madres, abuelos y tíos nos luciéramos en instantáneas de los más queridos de la casa. Sus majestades les entregaron a cada pequeño su cono de chuches, al cual no le faltaban detalles.
Como siempre recibimos los deseos de sus majestades para el nuevo año. Salud ante todo, pedían para los lojeños, y que este año los pequeños reciban lo que han pedido. La esperanza en una solución para esta pandemia también estuvo presente con la idea de vivir el año que viene una Cabalgata por las calles de la ciudad.
A las 20 horas Melchor, Gaspar y Baltasar dejaron Loja para descansar, antes de que a partir de la media noche recorran cada hogar del municipio para hacer realidad los sueños de todos los lojeños. Como ya les adelantaron los pequeños, no les faltarán vasos de leche, polvorones y agua pasa sus camellos. Seguro que el cariño que esta tarde se llevan es fuerza suficiente para contentar a todos.
