Años y años sin verse, en muchos casos, historias por compartir, recuerdos imborrables, entusiasmo, abrazos, saludos, sonrisas y mucha chispa en la mirada y en los corazones. Algo así fue lo que vivieron las más de 500 personas que la noche del sábado 2 de diciembre se reencontraron en la cena organizada con motivo del 50 aniversario del Colegio Caminillo.
Fue en 1967, en plena etapa de carencia de infraestructuras educativas en Loja, cuando abrió sus puertas un colegio nuevo, grande, luminoso, bien dotado… cuando comenzó una vida común para miles y miles de escolares, la de todos aquellos que han pasado y pasarán buena parte de su crecimiento en sus aulas, en sus patios y recreos.
De aquel momento jubiloso no sólo para el barrio Alto, sino para toda Loja, han transcurrido ya cincuenta años, y es en esta feliz circunstancia en la que 2017 y 2018 son dos años cruciales en la evolución de este centro escolar, porque se ha preparado un amplio y variopinto programa de actividades en las que participan quienes fueron y quienes son parte de su comunidad educativa.
Con ese afán, el actual equipo directivo, auxiliado por una numerosa comisión (subdividida entre profesorado, y padres y alumnos), vienen ya celebrando algunos acontecimientos y serán aún más los que se realicen antes de final de curso.
Tras la difusión del proyecto que conforma la efeméride, el pasado 2 de diciembre tenía lugar la multitudinaria cena a la que se aludía en el comienzo de esta información; mientras que en el colegio se vivían, días antes, unas jornadas didácticas sobre el flamenco.
Para la próxima primavera se prepara ya una curiosísima exposición: “Así era mi Cole”. Los abuelos y abuelas del Centro de Participación Activa del barrio Alto, coordinados por su directora, montarán esta muestra en sus locales con la colaboración de la comunidad educativa del Caminillo.
También por esas fechas esta misma comunidad realizará un acto de reconocimiento al profesorado y personal del centro, ya jubilados. Se pretende realizar en el Centro Cívico para que puedan acudir todas las personas que lo deseen, informan desde el colegio.
Conla vista puesta en final de curso, se va a crear el Aula de la Naturaleza del centro educativo, con lo que se pretende dejar “un legado educativo que represente una apuesta innovadora por el futuro de la educación de los niños y niñas del Caminillo. Queremos apostar por las nuevas tendencias educativas y ofertar a nuestro alumnado un aula de aprendizaje manipulativo” aseguran desde el claustro de maestros. A tal efecto, se remodelará la antigua casa de la portera con la ayuda del Ayuntamiento, “que nos ha prometido las obras de reconversión, y la vestiremos por dentro con recursos manipulativos para aprender significativamente lo que ahora ve el alumnado en los libros. Buscaremos la ayuda de la Consejería de Educación y otras instituciones andaluzas, para llenar de materiales este aula y convertirla en el recurso educativo que perseguimos. Al mismo tiempo, aprovecharemos todos aquellos recursos que se consigan, bien con la aportación de la AMPA y los antiguos alumnos, bien con aportaciones de patrocinadores”.
Dada la complejidad que requiere culminar este ambicioso proyecto, su inauguración se ha previsto para final de curso.
Y coincidiendo con esa apertura, en el patio del colegio se vivirá la fiesta fin de curso “para poner el broche de oro a estos actos conmemorativos”, confían ilusionados todos los participantes en la organización del aniversario.
Por último, esa comisión afirma que todo el proyecto esta abierto a cuantas personas de la comunidad educativa lo desee, además de instituciones, entidades y empresas lojeñas.