Miembros de la corporación municipal de Loja así como personal del Ayuntamiento y ciudadanos han guardado esta mañana un minuto de silencio a las puertas del consistorio lojeño en señal de duelo y repulsa por la última víctima de violencia de género de Mollina (Málaga), una mujer de 58 años que desde hace cinco meses vivía en el municipio lojeño.
Aunque eran pocos los vecinos que conocían a la víctima, algunos ciudadanos lojeños han explicado en el acto de repulsa que “la mujer en realidad no trabajaba en Loja, sino que trasladó su residencia precisamente para huir del acoso de su presunto agresor”. En lo que va de año, cinco mujeres han muerto a manos de sus parejas o exparejas en Andalucía, 22 en todo el territorio nacional.
El alcalde, Joaquín Camacho, ha mostrado su repulsa por este nuevo asesinato y ha subrayado la necesidad de unir fuerzas para ir erradicando “entre todos esta lacra social”. Afirma que Loja siempre ha respondido de manera rotunda contra la violencia de género y en este caso “de manera especial” por la vinculación que tenía esta mujer con la ciudad.
En el acto también ha estado presente la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM) en Granada. Ana Belén Palomares asegura que este caso es “el reflejo de una sociedad machista, desigual, que tiene su máxima expresión en estos asesinatos que debemos seguir condenando con toda dureza”. También destacó la importancia de la colaboración institucional “para trabajar mano a mano para que la ciudadanía tome conciencia”.
Por parte del Grupo Municipal Socialista, la concejal Isabel Abadía, ha subrayado la importancia de que las víctimas de violencia machista denuncien para poder así “poner en marcha los mecanismos de protección”. Además, ha enfatizado que desde la infancia se debe seguir luchando por la igualdad.
El portavoz de Loja Plural, Alejandro Ronda, también muestra su condena por el asesinato de esta mujer y espera que este tipo de actos “se erradiquen de una vez, aunque es un trabajo conjunto de la sociedad, políticos y también medios de comunicación”.
Según ha trascendido de la investigación, la mujer acudió al pueblo malagueño a ver a sus familiares y se encontró con la que fue su pareja. A partir de ahí, presuntamente, se produjo el asesinato por apuñalamiento. El hombre, de 60 años de edad, se suicidó tras cometer el crimen.
Hace seis meses había trasladado su domicilio hasta Loja para huir de su expareja. Sin embargo, la mujer nunca llegó a denunciarle, a pesar de que, al parecer, hubo reiterados casos de malos tratos por parte del agresor. De hecho en 2012 el hermano de la fallecida y una hija le insistieron que interpusiera denuncia, pero ella siempre se negó.
El hermano de la víctima ha expresado que la familia está “rota de dolor”, por lo que ha pedido respeto para poder enterrarla en la más estricta intimidad. También ha solicitado que las personas que puedan estar sufriendo algún tipo de acoso o agresión denuncien y se dejen asesorar.
Los cuerpos se encuentran en el Instituto Anatómico Forense de Málaga para practicar las autopsias.
