Loja se ha volcado un año más con el Super Rosco de Manos Unidas. Tras siete ediciones se ha convertido en una actividad imprescindible en la Navidad lojeña. La actividad aúna familia y solidaridad, un binomio perfecto para inculcar valores en estas fechas. A la cita se suman empresas y casas comerciales de la localidad, comarca y provincia que aportan productos y regalos. Entre esos colectivos destaca Obrador Oller, con su propietario Miguel a la cabeza, que sufraga y realiza los metros de este dulce tan característico.
Más de 1.500 porciones de solidaridad se repartieron este pasado viernes en la séptima edición de este super rosco que llegó a los 86 metros de longitud. Centenares de familias completas acudieron al Pabellón Miguel Ángel Peña para merendar y aportar su granito de arena en proyectos de desarrollo para países del llamado tercer mundo. Por tres euros se disfrutaba de un vaso de chocolate y la porción de rosco. Con suerte, se podía encontrar uno de los cerca de 400 premios aportados, entre los que se encontraban viajes, regalos y productos de gran calidad.
Desde las 16 horas que se abrieron las puertas de este espacio deportivo no dejaron de asistir personas. Tanto fue así que hubo un momento que se temió por que faltaran porciones, algo que al final no sucedió. La satisfacción de los voluntarios y empresas colaboradoras fue máxima al ver un año más la aceptación de la cita. El tiempo también acompañó, ya que no hizo un frío excesivo, lo que aminó a la participación.
Miguel Oller, que lleva todos los años participando en el rosco, desde hace cinco lo hace en solitario, reconoce que es importante el esfuerzo para realizar tantos metros de productos. Oller aporta todos los materiales y las horas para su elaboración que comenzó sin descanso tres días antes. Para el pastelero se trata de una actividad ineludible a pesar del trabajo que tiene en su obrador y afirma que mientras pueda seguirá ayudando a la labor de Manos Unidas.
Muy contenta se mostró Maripi Caro, cabeza visible de la ONG en Loja. Ella vuelve a destacar la solidaridad de los lojeños y visitantes y agradece la colaboración de tantas empresas y comercios, de los que no recibe un no por respuesta. También insiste en que Manos Unidas aporta fondos para los países menos desarrollados pero que en este año también ha decidido colaborar con los damnificados de la Dana en Valencia a través de Cáritas. Maripi Caro reitera la necesidad de que se siga ayudando a países que sufren guerra y falta de oportunidades en su desarrollo.
El alcalde de Loja, Joaquín Camacho, mostró su satisfacción de ver el pabellón lleno de ciudadanos que muestran su solidaridad. El apoyo del ayuntamiento fue mostrado por el regidor que espera que cada año la actividad siga siendo el referente que ya es. También reseñó que se trata de una actividad repleta de valores para estas fechas navideñas.