Miles de personas disfrutaron ayer de una espléndida jornada de fiesta y confraternidad con la Romería de la Amistad, el tradicional encuentro que organiza cada 1 de Mayo la peña Dinámico Aliatar con la colaboración del Ayuntamiento de Loja. Un año más la Venta del Rayo fue el escenario de esta celebración romera que alcanzó su 26 edición con muy buen ambiente y en un día soleado y caluroso.
La jornada festiva comenzó a las 10 de la mañana en la Iglesia de Santa Catalina con una Misa dedicada a San Isidro Labrador, que acompañó a los romeros durante toda la jornada campestre. La Eucaristía contó con la presencia de muchos romeros y de un coro rociero. Después, la imagen del santo fue trasladada a hombro hasta su carreta situada en la avenida de los Ángeles. San Isidro encabezaba una larga comitiva compuesta de 29 carrozas y vehículos ricamente adornados con motivos andaluces y primaverales.
Minutos después de las once de la mañana comenzó el traslado hacia la pedanía lojeña, en la que los asistentes disfrutaron de un buen ambiente festivo, entre toques de guitarra, bailes y alegría. La organización entregó a cada una de las carrozas participantes un plato de cerámica conmemorativo característico de la romería. Además, se sortearon los diferentes premios que aportan varias empresas colaboradoras. “Uno de los momentos más especiales se produce cuando hacemos la concentración en torno al escenario para bailar al son de la música y reivindicar que esta Romería de la Amistad tiene que continuar por muchos años más”, apuntó Antonio Núñez, miembro de la directiva de la peña deportiva Dinámico Aliatar.
El concejal de Fiestas, Joaquín Ordóñez, valora muy positivamente la participación en esta edición de la Romería de la Amistad y explica que desde el Ayuntamiento se trabaja para que “todo está acondicionado para tener la máxima seguridad y comodidad para los romeros”.
El traslado de vuelta se inició pasadas las ocho de la tarde, cansados pero con la satisfacción de haber vivido una intensa jornada que estuvo envuelta en un ambiente de familiaridad y confraternización, como suele ser la tónica de esta celebración.