Bajo el título “Una teja por Alejandra”, el Museo de Anita Ávila ha presentado su nueva exposición temporal. La misma es realizada por los usuarios del Centro de Estancia Diurna de Alzheimer de Loja con el objetivo de mejorar su calidad de vida y también con el fin solidario de recaudar fondos para la pequeña Alejandra, una niña de 8 años que, como es sabido, un tumor cerebral la dejó sin movilidad y necesita de unas terapias que, por desgracia, no cubre la Seguridad Social.
La exposición muestra decenas de tejas decoradas a mano por estos mayores. Cada una de ella es original y representan diferentes motivos. El precio de cada una de ellas es de 5 euros, por lo que ya son muchas las que tienen comprador. Las piezas tienen el valor que han sido creadas por personas que tienen diferentes problemáticas debido a su avanzada edad y que han realizado esta labor dentro de su día a día en el centro.
Ana Ávila, presidenta de la Fundación Congelados Apolo y del propio museo que lleva su nombre, se ha mostrado muy emocionada de presentar esta exposición que cree engloba muchos valores. “Hoy es un día grande para nuestro museo, ya que la exposición temporal es todo un ejemplo”, ha comentado Ávila que espera que las ventas de las tejas sea un éxito. Para la artista lojeña es todo un mérito que las tejas hayan sido pintadas por las personas mayores, y sobre todo que sirvan para un fin tan bonito como ayudar a la pequeña Alejandra.
La directora del Grupo Alfaguara de Atención Integral al Mayor, Silvia Maldonado, ha reconocido que esta actividad se buscó para fomentar las manualidades y creatividad de los mayores. “Se tenía que buscar otro fin para la venta que estas tejas”, comenta la profesional que admite que se decidió ayudar a Alejandra que facilitaba que los mayores se sintieran también útiles. “Estamos muy contentos y ojalá venga mucha gente a verlo y nos anime a hacer más proyectos”, ha comentado Maldonado reconociendo el mérito de la labor de los mayores.
La presentación de la exposición ha contado con la presencia de Alejandra que acompañada de su madre se ha mostrado muy agradecida. María del Mar Lucena se mostró una vez más agradecida por todo lo que la gente se vuelca con su hija. “Animo a la gente a que las compre, ya que son preciosas y decoraran muy bien”, ha pedido Lucena que reconoce que esta ayuda le vendrá muy bien a Alejandra para sufragar el coste de sus terapias.
En representación de los usuarios del centro, han tomado la palabra María López y Ricarda Pérez, que han reconocido estar muy emocionadas de poder conocer a Alejandra y ver que su esfuerzo va a tener un buen objetivo. “Hemos hecho esto con mucho gusto y cariño”, comenta María que es apoyada por Ricarda que reconoce que se ha trabajado con mucha caridad para poder ayudar.
La propia Alejandra también quiso dar las gracias a todos los que ayudan para que vaya mejorando su calidad de vida. La pequeña reconoce que le gustan los caballos y afirma que le gusta el color de las tejas. Sin duda el mayor premio, para los mayores que han hecho esta labor, ha sido conocer la ayuda que han facilitado para esta familia.
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