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domingo, 22 de diciembre de 2024

José Moya pregona la Semana Santa lojeña a través de sus vivencias y anécdotas

El cofrade, alma mater de la Agrupación de Hermandades, reclama unidad y esfuerzo a las cofradías de la ciudad. Momento muy emotivo con la entrega de la Naveta de Honor a Antonio Julio Pérez

Loja Participará Un Año Más En La Feria Internacional De Turismo En Madrid. Foto: A. Matas

La Semana Santa de Loja de este 2017 ya está pregonada. Anoche en el Centro Cívico, el cofrade lojeño José Moya Flores fue el encargado de inaugurar la Cuaresma y la Semana de Pasión de la ciudad con un pregón en el que no faltaron sus recuerdos y anécdotas vividos en los más de 30 años que estuvo en primera línea, trabajando para engrandecer la Semana de Pasión lojeña. 

Un papel fundamental el de Moya, junto con otros compañeros, que en los 90 decidieron darle un empuje a la celebración con la creación de la Agrupación de Hermandades y Cofradías y la Hermandad de la Borriquilla, en una época en la que las cosas, a nivel cofrade y económico, no iban del todo bien. Durante tres décadas de denodado trabajo, también dedicó su esfuerzo y tesón a la Hermandad del Santo Sepulcro, de la que fue su vicepresidente. 

El pregón comenzó con la presencia en escena de la Banda de Cornetas y Tambores ‘Flor Entre Espinas’, una representación de siete músicos de la Banda de Música de Loja y tres veteranos incensarios –Manolo Romero ‘Camuñas’, Juan Montes y Juanmi González ‘Sereno’,  quienes engalanarían con sus marchas, interpretaciones y cante la alocución del pregonero. No faltaron piezas clave del Viernes Santo, como el ‘Miserere’ o el ‘Stabat Mater’ o las sátiras con las que los incensarios honran a nuestras Imágenes. 

En primer lugar, Moya mostró su “orgullo” por la Semana Santa lojeña y recordó el trabajo de ese “grupo de personas que, con ganas de trabajar y con un poco de conocimiento de lo que fue la Semana Santa en los siglos XVII y XVIII, nos propusimos intentar recuperar lo que teníamos y tener una Semana más digna”. En este sentido, recordó la calidad que tenía esta manifestación popular por aquellos siglos: “era la envidia no sólo de pueblos similares a Loja, sino que había capitales que no tenían una Semana Santa como la nuestra”. 

De esta unión surgió la Agrupación de Hermandades y Cofradías de Loja, que en los años 90 tuvo un papel fundamental. Moya resaltó el gran “periodo de unión, diálogo y entendimiento” de esa época en la que “el cambio de nuestra Semana Santa fue muy beneficioso y fundamental para nuestras hermandades”. El pregonero aprovechó en este instante para reclamar a los lojeños que se incorporen “a alguna faceta de la Semana Santa, pues de lo contrario en algún tiempo futuro podríamos lamentarnos”. 

En aquella época se comenzaron a realizar pregones, exposiciones y se editaron revistas, dípticos de horarios y carteles. También se ayudó a recuperar y crear nuevas hermandades, como la de las Tres Caídas o ‘La Borriquilla’. Precisamente sobre esta última dedico un tiempo especial, sobre todo para recordar una graciosa anécdota que provocó la risa de los presentes. Ocurrió cuando llegó la Imagen de la burra al convento de Santa Clara. Las monjas habían preparado un espacio “reluciente, bien iluminado y lleno de paja” para dar cobijo a lo que creían que era un animal vivo. 

Momento destacado también cuando habló de la Hermandad del Santo Sepulcro y Nuestra Señora de la Soledad. Reconoció el trabajo de su hermano mayor durante tres décadas, José Fernández, conocido como “Pepe El Pintor”, y de un gesto que tuvo con su hermandad, poniendo “su casa como aval cuando se tuvo que pedir un préstamo para cambiar el oro del manto de la Virgen de la Soledad”. 

Moya también tuvo palabras para los sentimientos que vive un cofrade durante esos siete días de Pasión y también para todas y cada una de las hermandades de la ciudad. Repasó sus momentos álgidos, sus singularidades, lo que significan para él, su historia y también su imaginería. 

El pregonero concluyó su alocución pidiendo a los lojeños que “no sólo salgan a la calle a presenciar las Estaciones de Penitencia, “sino que vivan con intensidad el significado de todos y cada uno de los momentos de la Pasión de Jesús”. Una ovación cerrada, con el público de pie, reconoció la labor de José Moya por la Semana Santa de Loja. 

NAVETA DE HONOR

El pregón fue el colofón a una gran noche cofrade en la que se vivieron momentos muy emotivos. Sin duda, el más destacado fue la entrega de la Naveta de Honor a Antonio Julio Pérez, por su contribución a la Semana Santa lojeña. Un merecido reconocimiento que se encargó de atestiguar el numeroso público del auditorio Adolfo Suárez, que no dudó en ovacionarle en pie por largo tiempo. 

El pasado 2016 no fue nada fácil para Antonio Julio. Una dura enfermedad le puso a prueba, pero tu entereza, esperanza y fe consiguieron derrotarla. Ahora se encuentra en plena forma para seguir “dando guerra”: “Os puedo asegurar que hay Antonio Julio para rato”, dijo en su intervención, en la que repasó su amplia trayectoria cofrade. Expuso sus recuerdos de juventud, sus primeros pasos como penitente y después como horquillero de la Vera Cruz y de Jesús Preso. En 1976 comenzó a llevar sobre sus hombros al Titular de la Cofradía del Barrio, y desde 2000 es su postor. Pérez  agradeció a su familia por “acompañarme en cada uno de mis pasos” y recordó emocionado a sus padres, de los que heredó su “amor por la Semana Santa”. “Gracias a Loja por tanto”, concluyó visiblemente emocionado este cofrade lojeño”. 

GRAN GALA COFRADE

En esta gran gala cofrade, que se extendió por casi tres horas, también se presentó el nuevo número de la revista ‘El Incensario’ que edita cada año el Ayuntamiento de Loja. Ramón Pérez, coordinador de la publicación, detalló sus contenidos y secciones, algunas de ellas nuevas, como los ‘tesoros’ de las hermandades o la agenda cofrade para esta Cuaresma. También se proyectó el vídeo de la Semana Santa que fue presentado en Fitur y que realizó el joven cofrade lojeño Javier Olid. 

Los ganadores del concurso de carteles convocado por la Agrupación también recibieron sus premios. Como tercer clasificado quedó Sergio García. Su foto de Jesús Orando en el Huerto es la portada del díptico de horarios. El segundo premio ha sido para Ascensión Cordón, con una fotografía del Santísimo Cristo de los Favores, que ocupa la portada de la revista ‘El Incensario’. 

La foto ganadora fue la de Irene Romero. Su instantánea del Cristo de la Salud en la plaza de la Constitución es el cartel oficial de la Semana Santa de Loja 2017. Romero agradeció al jurado su elección y explicó su fotografía, invitando a los lojeños a que “vivan en persona lo que yo he querido transmitir con esta foto”. 

También hubo tiempo para la intervención de los concejales de Cultura y Turismo, y del alcalde Joaquín Camacho. El primero, José Antonio Gómez, resaltó el significado del término ‘Pasión’ en la Semana Santa, destacando el sentido “estético y cultural” de esta celebración en Loja “que debe vivirse con la dignidad que merece”. 

Por su parte, la concejal de Turismo puso de relieve la “labor de las hermandades para que Loja brille durante la Semana Santa”. Paloma Gallego garantizó el “respaldo y respeto” del Ayuntamiento de Loja “porque este evento también persigue el desarrollo turístico de la ciudad”. Además, recordó las acciones turísticas llevadas a cabo, como el audiovisual promocional presentado en la Feria Internacional de Turismo de Madrid. 

El regidor lojeño, Joaquín Camacho, dijo que los lojeños deben estar “muy orgullosos” de su Semana Santa, “la más antigua de la provincia de Granada”. Reconoció la labor del pregonero, del homenajeado con la ‘Naveta de honor” y de los ganadores del concurso de carteles, y garantizó el apoyo del Consistorio lojeño a la Semana de Pasión “con una subvención de 10.000 euros que se aprobará en el próximo pleno y que servirá para seguir engrandeciendo este evento tan importante en la ciudad”. 

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